Lobezno #6: X de Espadas

Lobezno #6. X de Espadas: De sangre y recuerdos

Lobezno #6: X de Espadas«Es la hora de un ajuste de cuentas para todos«

 

Tanto al leer como al reseñar los cómics que caen bajo el título de X de Espadas tenemos todos que tener muy claro que la cabecera bajo la que se publican es lo de menos y lo más es el sentido de seguir contando de manera lineal la historia que Jonathan Hickman ha perfilado para todos los autores bajo su batuta. Si acaso, quedará de cada cabecera original algún personaje que haga de nexo y que justifique siquiera mínimamente la serie y el guionista con el que estamos en cada momento. La historia de Hickman prevalece sobre cualquier trama que se estuviera desarrollando y Lobezno y X-Force, las dos series que nos ocupan hoy bajo la sexta grapa de la primera de ellas, no se escapan de estas normas de funcionamiento.

 

Más aún, siendo (como no podía ser de otras forma) el mutante de las garras de adamántium uno de los espadachines que se tendrán que ver las caras en la arena en una futura fase de esta historia, Benjamin Percy se ve obligado a cederle el protagonismo absoluto a Logan en sus dos grapas de este mes. Hasta el punto de que sólo la manera en que Panini ha maquetado este número y la separación que deja entre cómic y cómic nos marcan donde termina Wolverine #6 y donde comienza X-Force #13, puesto que entre las dos conforman una única historia que nos muestra cómo va nuestro protagonista a hacerse con la espada que le de acceso al torneo y por qué vimos repetido el nombre de Muramasa tanto en la porción profética que pertenecía a Arakko como en la que concierne a los héroes de Krakoa.

 

«Si eso es cierto… entonces tal vez debería matarte ahora«

 

En cualquier caso, Percy (aun constreñido por las exigencias del crossover) aprovecha para hacer un repaso de la vida y milagros del mutante canadiense y nos lo hace pasear por delante de una extensa galería de sus amigos y enemigos de oriente: el Samurái de Plata, Mariko, la Mano o el propio forjador de katanas pertenecen a la rica historia de este personaje y el guionista los rescata para dotar a la espada que vaya a servir a sus manos de una importancia y de un alma que la convierten en algo más que un objeto afilado con el que herir a su adversario. En otras palabras: Benjamin Percy aprovecha la oportunidad para seguir construyendo al Lobezno que lucha en solitario para su serie principal y el que lucha en equipo para su colección coral. Todo ello mientras sigue haciendo hincapié en la especial y complicada relación del mutante con la isla viviente que les sirve de morada a los suyos en la actualidad.

 

Lobezno #6: X de Espadas

Lobezno #6: X de Espadas

 

Hablaba en el párrafo anterior de su adversario. Percy (con más o menos participación de Hickman) introduce a Solem, un mutante de Arakko cuyo poder no queda muy claro, pero que parece influir sobre el deseo de la gente (o puede que simplemente sea un embaucador y su poder sea otro). Al igual que con la espada, al disponer de dos números enteros para desarrollar al personaje, Percy logra crear a un antagonista consistente, con sus propias ambiciones y motivaciones y con su propio pasado dentro del duro universo en el que se ha visto forzado a crecer. Esto hace que la historia que leemos en este número doble se dirija de forma orgánica a un interesante clímax final y que las partes tres y cuatro de X de Espadas se resuelvan no sólo con la aparición de la segunda espada, sino con la llegada de nuevos misterios e incógnitas al mayor crossover mutante de nuestra época.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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