«Si todavía opinas así, entonces, búscame. Y podrás intentarlo«
Lo reconozco, para comenzar a escribir este artículo he puesto de fondo a sonar los acordes de Lennie Niehaus para la banda sonora de Sin Perdón. Era tirar a lo fácil, pero es que El Viejo Logan de Mark Millar requiere de ese tipo de acompañamiento y esta continuación alternativa con motivo de las Secret Wars se merecía comenzar tal y como terminaba el cómic del autor de Kick-Ass y otras tantas maravillas.
Lo mismo debe haber pensado Brian Michael Bendis, porque la nueva iteración del Logan del mundo post-apocalíptico de Millar comienza justo donde acabó la serie en 2009: Lobezno acaba de acabar con el último de los Hulks y se dispone a repartir algo de justicia a la vieja usanza por un mundo asolado en el que los héroes ya no son nada más que un recuerdo difuso del pasado, El Viejo Logan #1 nos hace pensar en la nunca realizada segunda parte jamás concretada del clásico moderno desde el primer instante y pese a los cambios introducidos por la existencia del Mundo de Batalla.
«Ese es el trabajo de Muerte«
Y es que excepto por breves menciones como la que precede a estas líneas y por el llamativo final de este primer capítulo, la nueva versión de Bendis se adhiere a la obra original centímetro a centímetro por el sencillo motivo de que quedaron muchas cosas por explicar y mucho mundo por descubrir en el cómic de hace ahora casi ocho años. Cierto es que pocos personajes lograron sobrevivir al Viejo Logan primigenio, pero de ellos hubo muchos que sólo llegaron a mencionarse de pasada en la obra de Millar y Bendis decide ahora partir en su búsqueda a la vez que Lobezno investiga un misterio que podría afectar no sólo a su degradado mundo, sino a otras realidades más allá de la muralla.
Acompaña a Bendis en esta fabulosa aventura uno de sus nuevos mejores amigos que también, mira tú por donde, es uno de mis dibujantes preferidos. Se podría decir que Andrea Sorrentino nació para dibujar este cómic, si Steve McNiven ilustró las tierras baldías por las que discurre la aventura de la primera década de los 2000 con todo lujo de detalles, Sorrentino aplica toda la experiencia adquirida gracias a sus increíbles ilustraciones en Yo, Vampiro y el Green Arrow de Jeff Lemire (¡con el que volverá a coincidir tras las Secret Wars!) para dotar al tebeo de Bendis de un aire crepuscular y decadente que casa a la perfección con los viejos motivos y el nuevo rumbo a emprender. El Viejo Logan es, sin duda alguna, una de las mejores promesas de estas nuevas Guerras Secretas y el vehículo perfecto para entrar en el mundo del mutante de las garras de adamántium.
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