Secret Wars: Crossover #5

Secret Wars Crossover #5. Donde Acechan los Monstruos: Destronando al macho

Secret Wars: Crossover #5«Por amor de Dios, ¿y ahora qué?«

 

He contado mil veces esta anécdota, así que muchos de los que me conozcáis vais a mandarme al carajo dentro de un par de frases. Pero el caso es que cuando he comenzado a escribir esta reseña me ha venido directamente a la cabeza, así que vamos allá. Durante la rueda de prensa posterior a la proyección de Torrente 4 una periodista le espetó a Santiago Segura que había observado que en su película las mujeres eran, en su mayoría, putas o bailarinas de strip-tease. Se mostró ofendida y le preguntó que si no se había fijado en lo machista de todo aquello.

 

Segura, que puede que no haga el tipo de cine que a mí me gusta, pero que le tengo por una persona razonablemente inteligente, esbozó su mayor sonrisa para preguntar a su vez si no se había fijado ella en los roles que desempeñaban los varones en el filme. El protagonista (el propio Segura) era un ex-policía «corrupto, gordo y putero«, su compañero (Kiko Rivera) era un chaval de pocas luces y pervertido, y el resto iba de lo más ruin a lo más estrafalario, del mafioso de libro al político corrupto pasando por el borracho y el desharrapado. «¿Mi película es machista? En tal caso es todo lo contrario. Puede que haya prostitutas, pero al menos ellas son honradas«.

 

«Me has quitado las palabras de la boca«

 

A la hora de hablar de igualdad de género uno puede simplemente construir personajes femeninos fuertes e independientes (sin que por ello haya que caer en el error de crear a un marimacho). Así han llegado a la cultura popular grandes personajes como Katniss Everdeen, la protagonista de Los Juegos del Hambre, la nueva Ms Marvel o (si nos vamos a la Distinguida Competencia) Batwoman. Otra estrategia, más complicada porque hiere el orgullo del ‘macho alfa’ (aunque quizás por ello, mucho más interesante y efectiva) consiste en ridiculizar las estructuras narrativas e invertir los roles clásicos otorgados a hombres y mujeres. Este es el caso de Donde Acechan los Monstruos, la colaboración de Garth Ennis (Predicador) y Russ Braun para las Secret Wars marvelitas.

 

Secret Wars: Crossover #5

Secret Wars: Crossover #5 – Donde Acechan los Monstruos

 

En esta miniserie Ennis recupera a un personaje al que La Casa de las Ideas impidió volar (válgame el juego de palabras): Karl Kaufmann. Nos presenta al aventurero, para los que no lo conociéramos de antes, como un vividor inmune a las responsabilidades y amante de las mujeres, a las que cosifica hasta el extremo. No nos es lejano el personaje puesto que su estilo, su manera de hablar y el mundo en el que se desarrollan sus aventuras nos recuerdan de una manera vívida la época dorada del cómic pulp. Sin embargo, frente a Kaufmann, Ennis coloca a una mujer a la que no podrá engañar. Le sucede a este encuentro una cascada de catástrofes cada vez mayores que no hacen sino hundir poco a poco al desgraciado aventurero en la desdicha mientras que su compañera de aventuras se va convirtiendo, a la vez, en su salvadora y su verdugo. Todo ello contado en un tono cómico que nos hace sentir lástima por el protagonista tantas veces como queremos que arda por capullo.

 

«Su estupidez le ha salvado la vida«

 

No hace mucho, hablábamos por aquí de Las Brujas de la Noche, la última colaboración entre Ennis y Braun alejada de las grandes editoriales estadounidenses. Donde Acechan los Monstruos hereda de la historia de las aviadoras rusas de la II Guerra Mundial parte del aspecto visual (Braun disfruta dibujando aviones), pero da un giro radical en el tono (del drama crudo a la comedia salvaje) con el que Ennis nos deja claro que no ha perdido con los años ni un ápice de su agudeza ni su ingenio.

 

Secret Wars: Crossover #5

Secret Wars: Crossover #5 – Donde Acechan los Monstruos

 

Donde Acechan los Monstruos es otra de las colecciones de las Secret Wars que se enlazan con el evento por una mera cuestión cronológica. Como ya ocurriera con la Civil War de Charles Soule, esta miniserie funciona a la perfección en su independencia y vuelve, una vez más, a contar maravillas acerca del momento creativo que ha propiciado La Casa de las Ideas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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