Si hacemos caso al texto del Spot On con el que Panini cierra esta quinta entrega de Spiderman Superior, así como a las palabras de Dan Slott que recoge dicho artículo, podemos dar por hecho que aquí se despide la versión superior de Spiderman y todo el lío del ¿quién es quién? de mentes y cuerpos cambiantes. Pero hablamos de Marvel, así que nunca se sabe.

“No, Anna Maria. Tú también, no”

Por el momento, la aventura orquestada por Dan Slott sí que parece haber llegado a su fin y no se nos ocurren flecos que puedan haber quedado pendientes. Porque a grandes males, grandes remedios. En el capítulo anterior Otto había convertido la ciudad de Nueva York en una utopía para el megalómano villano tras haber copiado su psique en la de (casi) todos los habitantes de la ciudad. Y la expansión global era el siguiente -y lógico si eres un súper villano- paso. Y en este, Spiderman debe acudir a todo su ingenio y a un buen golpe de suerte para impedir los planes de dominación del irascible científico.

Una de las intenciones de Slott en este número, como se apunta en el mencionado Spot On, es dejar a los personajes en un punto que puedan ser utilizados por cualquier otro guionista sin mayores complicaciones. Aunque se trate de una serie satélite y no de la cabecera principal de la franquicia, la ascendencia de Dan Slott en la misma es muy grande, por ello debe andarse con pies de plomo para no poner en un brete ni a Zeb Wells (escritor de El Asombroso Spiderman), ni a cualquiera que le suceda. Esto es un final y, por tanto, todo debe quedar bien atado. Incluso las derivadas que han ido surgiendo a lo largo de los números, como el ascenso a “superior” de Spiderboy.

La resolución propuesta por Slott es ciertamente agridulce, porque -aunque satisfactoria- echa el cerrojo al camino recorrido por Otto desde los primeros tiempos de Spiderman Superior. En Marvel todo es cíclico y después de varios cierres en falso que dejaban siempre una ventana abierta, parece que, ahora sí, la aventura superior está acabada, con lo que esto supone de cara a revertir desarrollos de personajes. La duda está en qué pasará con Anna Maria. Era Octopus quien de una u otra manera ayudaba a que siguiera en el radar arácnido. Pero sin este -tal como era su versión “superior”-, ni Slott, ¿tendrá hueco en la franquicia a partir de ahora?

Lo que nos lleva a otra cuestión, ¿cuánto durará la carrera de Spiderboy? El precedente más cercano de sidekick arácnido fue Alpha (también ideado por Slott) y tras protagonizar una miniserie nunca más se supo de él.