«Esto quiere decir que es imposible conocer las auténticas leyendas de Thor«

Violento y salvaje tercer número del Thor de Donny Cates que nos sirve para demostrar el inmenso poder que ha adquirido el dios del Trueno tras convertirse en rey de Asgard, primero, y adquirir la condición de heraldo de Galactus, después. El guionista vuelve a repetir la fórmula que tan bien le salió con el Motorista Fantasma Cósmico y nos presenta a un personaje cuasi-omnipotente para hacer frente a unas amenazas mayores a las que jamás se haya enfrentado. El tema es que el sparring contra el que Thor se enfrenta para mostrarnos todo esto no es otro que Bill Rayos Beta, uno de sus mejores amigos y uno de los personajes más nobles del universo Marvel (siendo, de hecho, de los pocos seres capaces de levantar y blandir Mjolnir).

El motivo de esta pelea la verdad es que se me escapa. Supongo que una regla no escrita en la Casa de las Ideas es que, si hay opción de arreglar las cosas con diálogo, lo mejor siempre va a ser reventarse las caras primero. Por si acaso. No vaya a ser que se nos olvide que son personajes superpoderosos porque dejen de utilizar sus poderes dos segundos. Lo cierto es que la pelea que contemplamos en este volumen se podría haber postergado unas cuantas páginas si, por ejemplo, nuestro protagonista le hubiera contado a Bill la magnitud de la amenaza que pende sobre toda la existencia. En lugar de ello, Thor decide usar la cabeza de su amigo como timbal y marcarse una batucada de martillazos. Porque debe ser que eso queda más bonito.

«¿Cómo puedes seguir levantando ese martillo?«

No digo que no deba de haber batallas. E incluso que deba de haberlas entre amigos de toda la vida. El mundo es así y lo vemos todos los días, sobre todo cuando (como aquí) la gente se olvida de dialogar. El problema es que el recurso es cada vez más manido dentro de Marvel. No nos tenemos que ir muy lejos para comprobar como en la miniserie de Patrulla-X + 4 Fantásticos todo comienza también porque dos de las mentes más preclaras de este universo editorial deciden que es mucho mejor golpear primero y preguntar después. El argumento pierde fuerza cada vez que se abusa más y más de él y cada vez resulta más difícil creer que los héroes no aprendan nada de un error colosal al siguiente. Además, el ejemplo que se da a los lectores es precioso: No os preocupéis chavales, golpead primero y ya pediréis disculpas más tarde.

Thor #3 (#110)

Thor #3 (#110) es muy espectacular y dramático, pero me rechina demasiado al caer en una mecánica que me aburre. ¿Dará un giro el tema con la aparición de un nuevo contendiente en la última página? Quiero creer que sí, pero el daño a la credibilidad de la serie, a mi entender, ya está hecho. Y rezo para que no ocurra lo de siempre, que la aparición de un enemigo común deje esta pelea en stand by o bien sea lo que le dé la razón a uno de los contendientes. Me gustaría pensar que Cates es mucho más refinado que aquellos que recurren a burdos trucos para evitarse tener que caer en explicaciones.