«Soy alcohólico. En este cuerpo o en el viejo«

Imagina que tuvieras una enfermedad crónica. Todos los días debes medicarte y, si sigues ciertas normas y no desfasas todo irá bien y la enfermedad no te dará demasiados problemas, pero el día que olvidas la inyección, la pastilla o lo que necesites se convierte en un infierno, la enfermedad vuelve a manifestarse a toda potencia y ya no basta con volver al día siguiente a tomar la dosis, sino que vuelves a necesitar armarte de paciencia y capacidad para sufrir para regresar al punto en el que estabas antes del desliz.

Las enfermedades mentales, como las adicciones, son así. Uno casi nunca se puede declarar como absolutamente curado y en muchas ocasiones basta un olvido, un exceso de confianza o una breve recaída para desencadenar una serie de respuestas que nos colocan en la situación que siempre quisimos evitar. A Tony Stark le ha pasado lo mismo. Iron Man no fue alcohólico, sino que es alcohólico. Y como tal, su reciente regreso a la bebida (aunque fuera en un mundo virtual) lo ha devuelto a un momento del pasado al que le aterra volver. Y es por ello (y por el estrés de una compañía que se deshilacha tras la catástrofe que terminamos de leer el mes pasado) que Tony vive obsesionado por extirpar el alcoholismo de su cabeza, aunque en el fondo sepa que eso no es posible.

«Y lo peor es que… quiero un trago«

Se nos avanzó que iba a ser en el número de noviembre cuando leyéramos con más intensidad sobre la lucha de Tony contra su adicción, pero ya en la entrega de este mes, escrita por Gail Simone con motivo del cruce de la serie con la Guerra de los Reinos y en una suerte de prólogo a la misma (aunque nosotros la hayamos leído después de haber finalizado la serie principal), se nos plantea la nueva problemática a la que se enfrenta el Vengador Dorado. La guionista lanza contra Tony a todo un dragón procedente del mundo de los gigantes de hielo, pero lo verdaderamente interesante del capítulo no está en la reedición de la batalla de Iron Man contra Fin Fang Foom, sino en la intrahistoria que se nos relata y que retrata a nuestro protagonista como un adicto al que le aterra volver a los viejos hábitos, pero que está mintiendo a familiares y amigos en un intento por controlar algo que se le está escurriendo entre los dedos y ya no puede controlar.

Tony Stark: Iron Man #8

Dan Slott volverá en Tony Stark: Iron Man #9 y con él desarrollaremos aún más este tema y comenzaremos a caminar en la dirección de la rebelión robótica que se avecina en las páginas de esta colección, pero como cruce con el evento de este final de 2019, no ha estado mal la incursión de Simone en el descanso del guionista de la cabecera. Aparte de profundizar en las tramas actualmente abiertas en la cabecera, la guionista ha tenido la suficiente cabeza como para no escribir un relato excesivamente dependiente de la historia del crossover, con lo que tanto los que seguimos ambas tramas como los que no quieren oír hablar de la Guerra de los Reinos disfrutamos por igual con las páginas de este cómic. No se puede decir lo mismo del resto de cabeceras que se han cruzado con la historia de Jason Aaron.