X-23

X-23. Dos cumpleaños y tres funerales: De cucos y lobeznas

X-23Como hiciera con Hulka en tiempos no tan lejanos, Mariko Tamaki llega a la vida de Laura Kinney con el ánimo de reivindicar su propia historia para construir a partir de ahí un nuevo y orgulloso capítulo asumiendo sus defectos y, sobre todo, las virtudes que la hacen única. Así, Laura deja de ser Lobezna y recupera el alias de X-23, pero ahora por elección y no por imposición. Toda una declaración de intenciones de la «hija» de Lobezno.

 

En este camino, recogiendo el testigo de Tom Taylor, Laura tiene en su hermana Gabby a su particular ayudante, con la que entabla una relación entrañable y muy divertida. La pequeña, cuyo nombre en clave es Honey Tejón, no solo le da un plus de humanidad a nuestra protagonista (en ocasiones mucho más beligerante y expeditiva que Lobezno, lo que ya es decir), sino que le da un objetivo por el que luchar y hacer frente a cualquier adversidad.

 

Con esta doble intención, la de marcar su camino y proteger a Gabby, arranca la nueva etapa de la mutante antes conocida como Lobezna. Tamaki le propone la misión de dar caza a todo aquel que se dedique a jugar a la clonación (que en el mundo villanesco siempre es con malas intenciones) y en su camino se cruza con las hermanas Cuco, al mismo tiempo tan iguales y tan diferentes a Laura y Gabby. No en vano, la tragedia también ha acompañado durante mucho tiempo a las jóvenes clones de Emma Frost.

 

Tamaki se ha acostumbrado a trabajar con personajes con fuertes conflictos, pero si bien su Hulka o Supergirl intentaban superar ese conflicto para dar con una mejor (y más completa) versión de sí mismas, Laura ha asumido dicho conflicto, forma parte de su naturaleza y en lugar de ser una debilidad es algo que utiliza como una fortaleza. Este crecimiento de Laura como personaje se ve reforzado con la presencia de Gabby y él instinto protector que manifiesta con ella. En este sentido, las dos protagonistas están muy bien caracterizadas desde el primer momento. La escritora define muy bien cuáles son los aspectos de cada personaje que tiene que destacar para que en unas pocas páginas ya conozcamos muy bien a ambas.

 

X-23

 

No sucede lo mismo, sin embargo, con las hermanas Cuco, de quienes tenemos presente el recuerdo de La Imposible Patrulla-X -con Brian Michael Bendis– cuando las tres hermanas (originalmente eran cinco, pero Esme y Sophie han pasado más tiempo muertas que vivas), Celeste, Mindee y Phoebe, superaban definitivamente la fase de «tres en una» y actuaban de forma independiente unas de las otras (cambio de looks incluidos). Pero ahora las encontramos de nuevo en un estadio anterior, comportándose casi como una menten colmena. ¿Qué ha pasado?

 

A la falta de contexto a esta reversión en sus identidades se le suma la incapacidad de Tamaki de explicar bien cuáles son sus intenciones y qué papel juega cada una (spoiler) de las cinco. La consecuencia no es otra que un estado general de confusión por parte del lector en la recta final de este arco inaugural de la colección.

 

A pesar de ello, la impresión global es positiva. Mariko Tamaki asienta las bases de una colección que apunta en la buena dirección, manteniendo el buen nivel de la etapa precedente y creando una puerta de entrada para todos aquellos que quieran iniciarse en las aventuras de Lobezna (o X-23) en este punto.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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