«A pesar de todo, tenía entumecidos el corazón, el cerebro y el alma«
Una vez pasado el ecuador, nos aproximamos al final de esta primera parte (de tres) en la que se va a dividir la adaptación al cómic de la novela de Neil Gaiman que está publicando actualmente Planeta en grapa en nuestro país a partir de la versión americana de Dark Horse Comics. Llega el momento de despejar algunos conceptos que permanecían aún en el territorio de la bruma (aunque no demasiados, recordemos que esto es un primer acto y, sobre todo, que es una adaptación de Gaiman) para que Sombra comience a hacerse una idea de la locura en la que se ha metido tras su salida de la cárcel.
En American Gods: Sombras #6 se ponen por fin las cartas sobre la mesa y se revela lo que ya todos sabíamos (pero que el protagonista necesitaba ver): la identidad real del señor Wednesday así como la de otros muchos de sus interlocutores. Se nos plantea también el futuro conflicto que va a condicionar el relato. Hay una guerra en ciernes y en ella los dioses del pasado se juegan su mismísima existencia ante los nuevos dioses de la televisión, las tarjetas de crédito, la tecnología o las autopistas. Lo que sigue sin quedarnos claro es el papel real de Sombra en todo esto.
«Ya lo habéis perdido todo. Os estoy ofreciendo la oportunidad de recuperar una parte«
Quizá el único gran problema sea ese: que camina demasiado tiempo por territorios brumosos en los que no está muy claro de dónde viene y hacia dónde se dirige. Llevamos siete meses desde que comenzó a publicarse y no estamos mucho más cerca de saber qué aguas vadea en cada momento. Esto es algo que los que conocemos bien a Gaiman entendemos y es algo con lo que contamos antes de comenzar a leer una de sus historias, pero también es un factor que puede echar para atrás a muchos lectores noveles (al igual que ha ocurrido con la serie de Amazon Prime). A este autor, maravillosamente adaptado por P. Craig Russell, se le disfruta tanto en el camino como cuando al fin llega a su destino y es inútil tratar de meter prisa a sus relatos, que disponen de su propio ritmo y sus maneras de funcionar.
Dicho esto, American Gods: Sombras es un hermoso viaje a lo largo y ancho de la Norteamérica profunda. Ésa que está regada de cochambrosos bares de carretera y pueblos desvencijados y polvorientos. Ésa que nos muestra historias sórdidas y momentos hermosos si nos paramos a mirar, pero que está oculta a los ojos de la Historia. American Gods es un cómic que reivindica esta parte del mundo y en el que el conflicto entre lo viejo lo nuevo es a la vez excusa, hilo conductor y un plus de reflexión acerca de cómo la sociedad actual corta con sus raíces en busca de nuevas fronteras y sensaciones que no dejan de ser distintas manera de esclavizarnos a nuevos conceptos. Sombra, desde su papel del que todo lo acepta y no se casa con nada, representa al único humano libre de esta historia, zarandeado a uno y otro lado por los vientos que mecen los devenires del tiempo.
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