«En el bosque no hay nadie que sepa tu nombre«

Segundo volumen de la colección de Marguerite Bennett para Aftershock que publica Planeta Cómic en nuestro país. Si la entrega que analizamos en abril de este año nos presentaba a los protagonistas y la trama que les iba a tener de aquí para allá a lo largo de la serie, este nuevo volumen comienza a analizar en profundidad las implicaciones de un planeta Tierra en el que todos los animales han tomado consciencia de sí mismos y desarrollado lenguaje y ambiciones humanos. Y la perspectiva que nos arroja no es nada halagüeña… y constituye una ácida crítica hacia la manera en la que los humanos nos relacionamos con nuestro entorno.

Porque en un mundo en el que los animales comienzan a comportarse como humanos, muy pocos de ellos aceptan servir como alimento para el resto. Muchos comienzan a querer disfrutar de los placeres (arte, cultura, hedonismo, glotonería, lujuria…) que los humanos han acaparado para sí mismos durante milenios y prácticamente ninguno acepta conservar la misma relación de servidumbre con los homo sapiens que existía antes del Despertar. Y esto se traduce en hambrunas, en batallas entre humanos y animales y entre bestias de distintas especies o diferentes ideologías y en una población, de humanos y animales, que no deja de descender en una época que la autora nos pinta como caótica y peligrosa. Bennett nos viene a decir que si los animales fueran tan egoístas como lo somos nosotros el mundo estaría perdido en muy pocas semanas.

«¿Qué favor le haces mintiéndole?«

La situación pinta tan mal que Jesse, nuestra protagonista, no se basta para servir como faro de esperanza para la unidad entre especies. Animosity es más un relato de supervivencia en un medio hostil con un claro mensaje ecologista de fondo que un cuento de esperanza y redención. A no ser que mucho más animales y personas se unan a la niña a la que protege Sandor a lo largo de su viaje de costa a costa de los Estados Unidos, su odisea se quedará en nada, en un cuento que se lleve el viento, independientemente de su final feliz o trágico. No creo tampoco que Bennett pretenda edulcorar la historia, sino más bien hacernos reflexionar sobre la clase de ejemplo a aquellos que se supone que han de heredar la Tierra. Si es que les queda un planeta para heredar.

Animosity #2

Y no está funcionando nada mal la idea de la autora tras Insexts (también de Aftershock) o la Batwoman del Renacimiento deceíta. A la vez que disfrutamos de esta serie, en Estados Unidos ya se han estrenado Animosity: The Rise (que narra el alzamiento de los animales), Animosity: Evolution (cuyo estreno ya está anunciado en España) y The World of Animosity, que se incluye en este volumen a modo de extra y que recorre el planeta Tierra tras los sucesos del Despertar para hacer una fotografía de cómo han afectado estos sucesos a cada una de las naciones y de los grandes territorios de nuestro hogar (sí, también se habla de España y no puedo dejar de sonreírme ante la imagen que arroja de nosotros la breve frase con que se resume nuestra situación).

Animosity se asienta en su segunda entrega como una de las colecciones que están haciendo que brille el sello de Aftershock. Una verdadera pena que Planeta la publique sólo cada seis meses, porque merece una lectura mucho más continuada.