«Desde luego, tu moral como periodista deja mucho que desear«

Cuarto volumen de Master Keaton. Esta vez el profesor Hiraga se queda en occidente durante casi todo el tomo (exceptuando uno de esos capítulos que tanto le gustan a Urasawa sobre la vida de las personas que rodean al protagonista) y nos regala algo más de 300 páginas en un tono algo más oscuro de lo que se nos había ido acostumbrando a esperar del simpático investigador anglo-japonés. Todo esto en doce capítulos que engloban esta vez a siete historias cortas y dos algo más largas.

¿Y eso del tono oscuro? Por una parte el autor se aparta momentáneamente de la arqueología y las ruinas para centrarse en la historia reciente de Europa y sus consecuencias en la actualidad (entiéndase por actualidad la última década del siglo XX) y esto significa poner a las personas en primer lugar y dejar de momento abandonados los cuadros, las esculturas y las viejas ermitas. Esto no tendría porque ser un motivo de oscuridad, pero Urasawa pone el dedo en la llaga al comenzar el tomo hablando de la Alemania nazi y el exterminio silenciado de gitanos que se hizo durante la II Guerra Mundial en ese país. Mezclando la historia con el popular cuento del Flautista de Hamelín (¡cómo le gusta darle un toque siniestro a los cuentos infantiles!) Keaton vive una aventura que mezcla a partes iguales esperanza, traición y amistad y en la que se analizan los factores más lejanos al miedo y la educación para explicar el racismo entre sociedades y estilos de vida.

La otra historia «larga» nos lleva a Belfast, a Irlanda del Norte, para reflexionar sobre los motivos que llevaron a la aparición del IRA y el clima de división social que, durante años, fomentó el propio gobierno británico sobre su territorio en la isla vecina. Sorprende ver como, a través de un juego de no tan inocentes contrarios, Urasawa aprovecha para hacer una feroz crítica del sensacionalismo periodístico viniendo a decir que las cifras de ventas no pueden justificar la morbosidad y que contra el morbo la única arma disponible es la del trabajo periodístico impecable y exhaustivo. Más de uno y más de dos deberían hacérselo mirar.

«Si la Tatcher fuera un poco más lista…«

Quiero detenerme en un capítulo de esta entrega en particular. En La Desaparición del Pájaro Azul (¿tendrá algo que ver con la película de 1976 de George Cukor?) despierta el Urasawa inquietante de otras composiciones. Personajes siniestros que prácticamente ya habíamos olvidado vuelven a las páginas de otra de sus obras para recordarnos de lo que es capaz este autor en un capítulo que merece un par de lecturas, aunque sólo sea para poder entender mejor la secuencia de acontecimientos y ver con otros ojos a los personajes implicados.

Nazis, terroristas, asesinos… ¿Qué me dejo? ¡Ah sí! Ya he mencionado otras veces la fascinación de Naoki Urasawa por las raíces de la religión cristiana. En esta ocasión (aparte de mencionar los problemas entre católicos y protestantes durante la trama de Belfast) vuelve a hacer defensa de la fe y de las posibilidades de redención en un capítulo cuyo título no deja lugar a la duda sobre su argumento: La Blanca Nieve y el Arca de Noé. No me cansaré de decirlo: Master Keaton es una estupenda forma de conocer al autor de Monster y 20th Century Boys, pero para quienes ya hayan leído esas dos obras es, también, un complemento fantástico a sus trabajos más «serios» que sirve para adentrarnos en la cabeza de uno de los mejores mangakas de la actualidad.