Smashed

Tocando fondo (Smashed): Descubriendo a Mary Elizabeth Winstead

La segunda película de James Ponsoldt (su debut, Asignatura pendiente [2006], también llegó directamente en DVD y The Spectacular Now [2013] tiene pinta de correr la misma suerte) se centra en la historia de amor entre dos jóvenes cuyo único punto en común parece ser el alcohol. Algo que se hace evidente cuando Kate (Mary Elizabeth Winstead) decide reconducir su vida dejando la bebida. De esta forma, Smashed (o Tocando fondo, como se ha titulado en nuestro país) entronca con ese nuevo indie norteamericano que tan buenos resultados de crítica y público ha dado en los últimos años con films como Young Adult, Criadas y señoras o Los Descendientes; dramas con pinceladas cómicas o comedias dramáticas -como se quieran etiquetar- que se asoman a las vidas de personas corrientes en momentos en los que atraviesan situaciones difíciles hasta que dan ese paso a partir del que pueden reemprender su camino, dejando siempre un final abierto para que el espectador decida que les aguarda el futuro.

 

Mary Elizabeth Winstead y Aaron Paul en Smashed

 

Smashed (que vendría a ser una versión moderna -hasta cierto punto- de Días de vino y rosas [Blake Edwards, 1962]) pues, no se detiene más que a mostrar los primeros pasos del camino que comienza Kate y en las consecuencias que este conlleva, con lo que queda claro que no estamos ante una historia sobre almas torturadas por las miserias del alcoholismo. Este solo representa el punto de arranque para relatarnos un tierno y complicado romance. Ponsoldt elude bien el sentimentalismo y las sentencias moralizantes de las que títulos como, por ejemplo, Cuando un hombre ama a una mujer (Luis Mandoki, 1994) dan buena cuenta. Con suma inteligencia sabe mantener el tono exacto que requieren este tipo de películas, siempre condicionadas por no caer en el puro dramatismo ni por dejarse llevar por un exceso de comicidad que «frivolice» la propuesta. Aspecto este, que logra en gran medida gracias a la excelente dirección de casting con la que cuenta.

 

Así, el mayor atractivo de la película está, sin lugar a dudas, en el trabajo de sus protagonistas, que muestran una química en pantalla envidiable. Esta es una excelente oportunidad para descubrir la faceta dramática de la musa del género Mary Elizabeth Winstead (nominada al Spirit Award por este trabajo) y para desencasillar a Aaron Paul de Breaking Bad (la serie que le ha dado la fama). La joven de Carolina del Norte ya demostró que era una mujer de armas tomar en The Thing (Matthijs van Heijningen Jr., 2011), pero aquí nos enseña todas sus credenciales como intérprete. Kate debe enfrentarse a dos problemas: el alcoholismo y su relación con Charlie, sobre todo cuando este decide que no quiere acompañarla y dejar la bebida con ella. Así, se establece un interesante recorrido en dos sentidos para la protagonista. A medida que se va haciendo más fuerte en su lucha contra la adicción, su matrimonio se va corroyendo más y más. Solo por disfrutar de la interpretación de Winstead, Smashed ya merece un visionado y antes que después la actriz copará las quinielas para los grandes premios de la industria.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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