La Cosa del Pantano

La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan #3-4: Reivindicando el verde

La Cosa del PantanoLa etapa de Brian K. Vaughan al frente de La Cosa del Pantano suele ser obviada por parte de los seguidores, si no denostada, por culpa de su aparente irregularidad marcada por unos inicios, cuanto menos, dubitativos (como ya comentamos en el post dedicado a la primera parte de la serie). Y sin embargo, con el paso de los años se ha vuelto una etapa a tener en cuenta. Evidentemente no está a la altura de los grandes hitos del personaje, ni (por citar un ejemplo más reciente) de esta última época de Scott Snyder o de Charles Soule, pero sigue siendo muy reivindicable. Buenas intenciones y aspiraciones de marcar diferencias son las marcas de esta etapa.

 

En apariencia la historia va dando tumbos, debido en gran parte a su esquema de road movie, con Tefé yendo de un lugar a otro y cruzándose con diferentes y pintorescos personajes en su camino. Por momentos tiene más importancia lo episódico o lo anecdótico, sin que parezca haber un rumbo prefijado en el viaje. Y quizás ahí está la gracia, en el viaje en sí, no en su final. Gracias a él vamos conociendo a la hija de Alec Holland y la seguimos en su largo proceso de aprendizaje.

 

Vaughan se muestra mucho más cómodo tratando con Tefé, su protagonista, que con la plantilla de secundarios con los que se va encontrando. Precisamente por esa ausencia de una gran trama que lo envuelva todo. Aún así, el autor se guarda algunas interesantes sorpresas, como la aparición de John Constantine, con una especial importancia en esta etapa de la colección.

 

Es sobre todo en el cuarto y último tomo cuando la serie toma verdadera consistencia y los altibajos de los que venía adoleciendo hasta entonces se olvidan por completo. Sin raíces supone un punto final que eleva el nivel general de la obra, con interesantes revelaciones y el inevitable encuentro entre Tefé y su padre. La sensación que queda es un tanto agridulce, ya que Vaughan tarda demasiado en coger el tono de la historia, pero cuando lo hace demuestra todas sus virtudes. Es esta irregularidad la que ha lastrado siempre la percepción del público de esta etapa.

 

A partir del tercer volumen, Cosecha Roja, entra en acción el dibujante Giuseppe Camuncoli, echando una mano a Roger Petersen en este, y figurando como artista único en el último tomo. Si bien Petersen hace un trabajo correcto, es Camuncoli quien entiende mejor lo que pide la historia. Y aunque no siempre logre la excelencia con sus dibujos (hay viñetas que dejan bastante que desear), realiza algunas escenas dignas de elogio, con dibujos que transmiten toda la fuerza de su personaje principal (en Cosecha Roja, por ejemplo, en el capítulo 13, encontramos una imponente viñeta, que ocupa tres cuartos de página, con Tefé escalando una secuoya).

 

La Cosa del Pantano

 

Podrá sonar repetitivo, pero es preciso remarcarlo. La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan no será una de las etapas más exitosas del avatar del verde, pero da buena muestra de su versatilidad y de las posibilidades que ofrece cuando se le da una vuelta de tuerca a los conceptos originarios (empezando por el cambio de protagonista). Y además da buena cuenta de la evolución que ha ido siguiendo el escritor de obras como Saga o Y, el último hombre, tanto los cambios que ha experimentado como las constantes que le acompañan a día de hoy.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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