«Estaba jugando. Me has dado permiso«
La Liga de la Justicia sigue acumulando pequeñas aventuras en la búsqueda de su ritmo natural y de la gran historia que haga que seamos capaces de identificar a la actual época de Bryan Hitch por algo más que por la duplicidad de Green Lanterns en sus filas. La acumulación de historias en los tres números de ECC que nos ocupan en esta ocasión es tal que me veo obligado a ir una por una, en lugar de lanzarme a la valoración global de la serie en este punto de la vida.
Comenzamos en el mismo punto en el que nos quedamos en Liga de la Justicia #6. Algo, con pinta de virus informático, ha interferido en los sistemas que mantienen vivo y operativo a Cyborg y en los que hacen lo propio con el anillo de Green Lantern de Simon. Al final de ese número veíamos a la Liga de la Justicia haciendo acto de presencia en el hogar del que parecía originarse este estallido informático para, en un principio, encarar al desolado padre de familia que había perdido a su mujer en el ataque alienígena de los primeros números de la colección. Esta historia, que experimenta un poderoso clímax para luego disiparse como la bruma matutina, sin consecuencias ni trazas de haber existido nunca, ocupa todo lo que resta de volumen y nos da la imagen de que, aunque aún no pueden considerarse como un equipo al uso, los integrantes de esta Liga van poco a poco conociéndose mejor.
«Prométeme que nunca dejarás que la compasión y el afecto pesen más que hacer lo necesario«
En Liga de la Justicia #8 asistimos a un hiato en la etapa de Hitch para que tome los mandos (al menos durante lo que ha durado Liga de la Justicia contra Escuadrón Suicida) Tim Seeley. El autor de la magnífica Revival y actual responsable de Nightwing (también en ECC) centra los capítulos a su cargo en la figura del inquietante Max Lord y en las consecuencias de sus actos sobre los ciudadanos de Washington. El villano, que ha movido los hilos en la sombra a lo largo de todo el crossover, muestra los colmillos ante Amanda Waller en la primera parte de la entrega de julio, que ya de paso nos sirve para hacer un repaso a su carrera y saber de dónde viene y hacia dónde se dirige un personaje de lo más controvertido.
La segunda parte de la grapa es muy del estilo oscuro y urbano de Seeley. Al soldado Trevor lo hemos visto, entre otras ocasiones, en el nuevo filme de Wonder Woman. Seeley lo utiliza para ilustrar los efectos de Eclipso sobre la humanidad en un capítulo con muy pocas luces y que, junto con el anterior, son de lo mejor que hemos leído hasta el momento en esta serie. Cuidado Hitch, que hay otros candidatos haciendo números para hacerse con una colección tan golosa como esta (bueno, y eso sin contar con la reciente incorporación de Brian Michael Bendis…).
«El chaval se ha hecho mayor«
En estas estamos cuando llegamos a Liga de la Justicia #9, una entrega muy importante por dos motivos bien distintos. El primero de ellos lo encontramos en la historia que abre el tomo. La Liga de la Justicia es derrotada temporalmente por unos invasores alienígenas y, enterrados a veinte kilómetros de profundidad bajo tierras canadienses, tienen el primer momento serio de conversación desde que comenzó la colección. Salen a la luz las dudas de los Green Lantern novatos, la desconfianza general hacia el Superman que apareció justo antes de Renacimiento y que contempló sin inmutarse toda la historia acerca de Rao y el carácter solitario y previsor del único héroe sin poderes: Batman. Todo ello lo orquesta Hitch para encauzar al equipo para que se comporte como tal por primera vez (hablando se entiende la vasca como rezaba el programa aquel) y así poderlo dirigir con todo su poder hacia la que parece que será su primera historia de interés.
Comienza, por fin, Intemporales, una historia que va a jugar con las reglas del tiempo una vez más (cómo le gusta a Hitch tontear con estos términos) y que resulta un tanto confusa en una primera instancia, pero que rápidamente nos coloca sobre los raíles de lo que puede ser una gran aventura épica para el supergrupo. Con Batman y Superman actuando en pareja por primera vez desde el principio de esta nueva era y con el resto de lo integrantes desperdigados a lo largo y ancho de la corriente temporal no pinta nada mal lo que Bryan ha preparado para los meses que vienen a continuación. Veremos si la serie emprende el vuelo de manera definitiva o si, por el contrario, un cambio en el timón se hace necesario.
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