Pura Maldad: Joker

Pura Maldad – Joker: Bromas selectas

Pura Maldad: Joker«¡El Joker deja una sonrisa en los rostros de sus víctimas!«

 

ECC añade una nueva colección a su ya abultado catálogo. Como ya hicieran otras empresas antes (me viene a la cabeza esa reedición de Star Wars con sus villanos en portada… o lo mismo, pero con los grandes clásicos de la factoría Disney) la editorial española se lanza a publicar en nuestro país una colección centrada en lo más granado de la inmensa galería de villanos que pueblan el universo DC. Y quien habla de villanos del mundo del cómic no puede sino comenzar con el que probablemente sea el mejor que jamás haya sido creado para las viñetas: El Joker. Cierto que luego le seguirán otros pesos pesados como Lex Luthor (marzo) o Harley Quinn (mayo), pero resulta harto complicado encontrar otro personaje capaz de arrojar sombra sobre el Príncipe Payaso del Crimen.

 

El Joker posee algo animal que nos atrae y nos repele al mismo tiempo. Algo muy enterrado en nuestra memoria genética nos hace temer a esa cara alargada, el pelo verde y la siniestra sonrisa adornada en rojo sobre una inmaculada cara blanca (que me perdonen Heath Ledger y su anárquico, y soberbio, acercamiento al carácter). Quizás se trate de su tez pálida, que nos recuerda inconscientemente a la muerte, o su aparente ausencia de un objetivo claro en medio del mundo ordenado y predecible que nos hemos construido. Lo cierto es que, incluso a mí, me está costando escribir estas líneas con la cara del personaje observándome inclemente desde la portada de este primer tomo, obra del nunca suficientemente laureado genio de los pinceles: Alex Ross.

 

«Este hombre no está en sus cabales«

 

¿Qué historias seleccionar, pues, dentro de la larguísima lista de las que ha protagonizado el Comodín de la baraja? Buff… Complicada elección. Agradezco no haber tenido que hacer este trabajo yo porque seguramente estaríamos hablando de una colección únicamente centrada en este villano. Con todo, resulta interesante ver cuáles han sido las tramas elegidas para integrar este primer álbum villanesco. Echémosles un vistazo ya que, tirón de orejas, la editorial no nos proporciona un índice con el que guiarnos:

 

  • Abre el volumen, como no, la primera aparición del Joker en el también primer número de Batman (por Bob Kane y Bill Finger), de allá por la primavera de 1940 (el héroe había nacido apenas un año antes en el número #27 de la mítica Detective Comics). Hemos de retroceder mentalmente a una fecha en la que los fascismos llevaron a Europa a sumergirse en lo que hoy conocemos como la II Guerra Mundial y que, por aquel entonces, se contemplaba con cierto temor desde el otro lado del charco. El Joker venía a representar ese terror desconocido y misterioso que venía de más allá del océano Atlántico, el villano era una reinterpretación libre y terrorífica de Hitler y Mussolini y su aparición en el primer número de la nueva colección del Caballero Oscuro tenía toda la intención del mundo y rápidamente, como no podía ser de otra forma, se llevó de calle la atención de niños y adultos.

 

Pura Maldad: Joker

Pura Maldad: Joker (Batman #1, 1940)

 

  • Le sigue el número 168 de Detective Comics (con Bill Finger escribiendo y Lew Sayre Schwartz de artista en ese lejano febrero de 1951). Con el fin de la Guerra en el retrovisor y la Guerra Fría saludando a un mundo cansado de conflictos, Finger se decide a otorgar al Payaso una de las historias iniciáticas que más veces se han tomado como la única y verdadera. Resulta llamativo el tono, mucho más desenfadado, de este cómic a pesar de estar tratando con uno de los personajes más tenebrosos que se habían creado para los cómics de aquella época. También resulta curioso que la versión «de incógnito» del Joker se vista de rojo. Pero no vamos a pensar mal, ¿no?

 

  • Hemos de saltar al Batman #251 (Dennis O’Neil al guión y nada menos que Neal Adams al dibujo de este cómic de 1973) para encontrarnos con la siguiente aventura seleccionada. La editorial no ha podido resistir la tentación de incluir una historia a cargo de este equipo creativo mítico que entre otras cosas, daría lugar a una de las visiones canónicas del rostro del villano. El argumento nos muestra a un Joker rencoroso que no duda en jugarse su libertad en pos de acabar con sus antiguos asociados de las maneras más rocambolescas.

 

Pura Maldad: Joker

Pura Maldad: Joker (The Joker: Devil’s Advocate, 1996)

 

  • Le sigue a ésta la que es probablemente el plato fuerte del tomo. Joker: Abogado del Diablo (Chuck Dixon y Graham Nolan, 1996) es una de las historias autoconclusivas más celebradas del villano gothamita. En ella Dixon y Nolan hacen una radiografía precisa del estado de una ciudad asolada por el crimen perpetrado por dementes al tiempo que analizan la dependencia mutua entre héroe y villano y someten a Batman a una dura prueba moral. En plena orgía noventera, este cómic nos obliga a parar el carro y pensar en aquello tan manido de si «el fin justifica los medios» o no.

 

  • Casi como si fuera un epílogo, la penúltima historia de Pura Maldad: Joker avanza tan sólo dos años (a octubre de 1998) para que Dixon pueda volver a escribir una trama en la que (con dibujos de Brian Stelfreeze) el Príncipe Payaso del Crimen se venga del final del one-shot que había aupado al guionista al éxito hacía tan poco tiempo. A Contrarreloj nos muestra una de las caras más crueles del criminal, dispuesto a lo que sea con tal de torturar al Caballero Oscuro.

 

Pura Maldad: Joker

Pura Maldad: Joker (Detective Comics #826, 2007)

 

  • Cierra este álbum una historia de la que ya hablé cuando ECC publicó la recopilación de la etapa de Paul Dini al frente de Detective Comics. Corría el año 2007 cuando el autor de Amor Loco enfrentó al Robin de Tim Drake a una de sus pruebas más siniestras a través de un vertiginoso viaje en coche con el psicópata como conductor y monologuista improvisado. He de aprovechar estas líneas para volver a recomendaros los cuatro tomos de Batman: Essentials – Detective, porque entre Dini y Dustin Nguyen lograron algo mágico que, además, recuperaba en plena forma a personajes clásicos del Caballero Oscuro entre los que estaba, cómo no, el que le da nombre a este libro.

 

Quedan muchas versiones del Joker que a todos nos habría gustado ver en este recopilatorio (como aquel del Asilo Arkham de Grant Morrison o una fugaz mirada sobre el terrorífico Joker que ha plasmado en el NuDC Scott Snyder), pero lo cierto es que ECC nos trae con Pura Maldad: Joker un recopilatorio mucho más que completo que echa un vistazo a través del tiempo a uno de los grandes personajes del cómic con las suficientes paradas como para comprender su evolución y su significado en los lectores con el paso de los años.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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