Conan

Conan el Bárbaro #2-3: Las vueltas de la vida

Conan el BárbaroCon esta doble entrega de la serie de Conan escrita por Jason Aaron y publicada por Panini Cómics ya estamos metidos de lleno en edyr primer y (previsiblemente) largo arco argumental. El guionista está construyendo un relato que pretende llevar al cimmerio hasta su fatídico final; sí, ya a las primeras de cambio. Tal es así que esta saga inaugural se llama «Vida y muerte de Conan».

 

Una poderosa bruja está convencida de que la sangre de Conan, gracias a llevar una vida marcada por la sangre de los miles enemigos abatidos, es ideal para convocar a un temible ser al que venera. Y no cejara en su empeño hasta acabar con el bárbaro y convertirlo en un sacrificio. Así, si en el primer capítulo vimos a un Conan rey hincando la rodilla ante la bruja, en este par de capítulos conocemos algunos de los episodios vividos por el guerrero que lo han hecho tan apetecible para el sacrificio.

 

En Conan el Bárbaro #2 vemos a nuestro protagonista enfretarse a diferentes pueblos de los que vivían en la Edad Hyboria, así como a terroríficas criaturas que habitaban en las profundades de los espesos bosques. En ambos relatos (se trata de una grapa doble) Conan encuentra un peligro de muerte real, de la que escapa a base de bravura y, también es cierto, una pizca de suerte. A Mahmud Asrar se le nota muy suelto en este trabajo, recordándonos el excelente trabajo que hizo cuando debutó en DC Comics con Supergirl. Disfruta retratando la ferocidad del cimmerio y su mundo. Quizás, eso sí, se le va la mano cuando dibuja a un Conan de 17 años, cuya apariencia se asemeja ya a la de un treintañero curtido, o como mínimo, al de alguien con un preocupante trastorno vigoréxico. Nada que no solucione olvidarnos del dato de la edad.

 

En Conan el Bárbaro #3, por su parte, la narración gráfica se la dividen Mahmud Asrar y Gerardo Zaffino. Hay que ver lo bien que encaja el cimmerio en diferentes género. Eso o que Jason Aaron sabe explotar todas sus posibilidades. Mahmud ilustra una aventura de terror lovecraftiano en alta mar. Sangre, tentáculos, piratas… casi nos podemos imaginar incluso el olor a putrefacción al que referencia el personaje en un momento dado.

 

De la mano de Zaffino Aaron propone un relato que podría enmarcarse en el género de los vigilantes y superhéroes. Choca al principio, sí, pero se entre muy rápido en la dinámica propuesta por el guionista y -muy importante- nos da pistas de cómo se puede desenvolver el personaje en sus inminentes interacciones con el resto del Universo Marvel (ya tenemos Salvajes Vengadores a la vuelta de la esquina).

 

En resumen, Jason Aaron avanza lento -pero seguro- en esta andadura de Conan, macerando el clímax ¿mortal? de un derrotado Conan Rey, mientras explora las opciones que le da el icónico personaje.

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados