Llega el momento de la diversión a la franquicia arácnida. Mike Costa, quien ya escribiera la miniserie Scarlet Spiders incluida en el crossover Universo Spiderman, vuelve con esta suerte de secuela del evento dentro del marco de las Secret Wars. El guionista, pues, ha cogido el testigo de Dan Slott y ha sabido acomodar las posibilidades que ofrece el Spiderverso en la particular situación del Mundo de Batalla, sembrando la semilla, además, de la futura serie de los Guerreros Araña, que le juntará con el español David Baldeón.

El equipo reunido por Costa no podría ser más ecléctico. Desde Spider-UK a Spider-Ham, pasando por Anya Corazón de Tierra-616. La característica principal de los miembros del grupo es su potencial publicitario. Tenemos a seis arañas que a poco que los mandamases de Marvel decidan ponerse las pilas, pueden vender un montón de muñecos. No solo están representadas diferentes culturas (como Pavitr Prabhakar, el Spiderman de la India), sino que se recuperan personajes de culto como Spiderman Noir o el ya citado Spider-Ham, sino que se pone al frente a una de las últimas sensaciones del cómic superheroico norteamericano, Spider-Gwen.

Solo imaginando lo que podría dar de sí una serie abierta con estos personajes, se nos cae la baba. Si esta miniserie sirve de muestra, vamos por el buen camino. El tono recuerda mucho al de las últimas entregas de Ultimate FF, la malograda e incomprendida serie de Josh Fialkov, donde el absurdo y el surrealismo pasaban a formar parte fundamental de la propuesta. El que André Araújo esté al frente del arte también ayuda a potenciar esa sensación de familiaridad con Ultimate FF, de la que era dibujante

El ADN arácnido está muy presente en esta aventura. No solo por la inclusión de versiones de algunos de los malosos más carismáticos de la franquicia, con los Seis Siniestros a la cabeza, sino por el excelente equilibrio entre la comedia inherente al traje de Spiderman y la acción propia del relato de superhéroes. Por mucho que se apueste por un tono más trágico u oscuro (como en Superior Spiderman) o por el entretenimiento puro y duro (como el caso que nos ocupa), hay constantes irrenunciables. Igual que un cómic de la Patrulla-X siempre será un cómic de la Patrulla-X, un cómic de Spiderman siempre será un cómic de Spiderman. De tal forma que difícilmente los fans no encontrarán motivos motivos para disfrutar de esta aventura.

Este Universo Spiderman puede entenderse en clave de génesis, de punto de arranque para la colección que vendrá después. Asistimos a la reunión del grupo y a su primer gran reto. Como en todas las conformaciones de equipos, al principio las dudas y recelos hacen su aparición y es solo el desarrollo de las circunstancias lo que les obliga a aparcar sus diferencias y descubrir que juntos trabajan mucho mejor. En este sentido Costa arriesga poco, aunque resultan interesantes las cuestiones que plantea sobre la identidad y el saber encontrar nuestro sitio en el mundo. Y, para seguidores del evento que ha puesto patas arribas el universo marvel, las Secret Wars, en estas páginas se dan algunas claves acerca de su funcionamiento.

Una aventura más que recomendable.