Seguimos metidos de lleno en los acontecimientos relacionados con Pecado Original (por más que ya no aparezca señalado en su portada), con Felicia Hardy dando pasos de gigante en su transformación de ladrona de guante blanco a reina del crimen organizado de Nueva York. Por más que nos pueda apenar dada la simpatía que ha despertado siempre este ambiguo personaje (como en muchas encarnaciones de la Catwoman gothamita, Hardy era una villana de circunstancias, que disfrutaba con la emoción del robo pero con buen fondo, sin intención de dañar a nadie [más del hurto en sí, claro está]), este cambio de rumbo del personaje reafirma la convicción de que la vuelta de Peter Parker no supone un retorno al status quo. Dan Slott quiere que todos, veteranos y nuevos lectores, se sorprendan en esta etapa arácnida que no ha hecho sino empezar.
De los cambios que ha planteado el escritor como lo referente a Gata Negra, o la reconversión de J.J. Jameson en estrella de la televisión (que en este número peca de novato… y egocéntrico), lo que ha calado más en el lector ha sido la incorporación de Cindy Moon (Seda) al universo Spiderman. La joven aprendiz de superhéroe no ha necesitado más que unas pocas entregas para demostrar su potencial y asegurarse una próxima colección en solitario para poder desarrollarse por completo. Aún teniendo un fuerte componente de marketing, en los últimos tiempos los editores y guionistas de Marvel han empezado a ver el filón de las heroínas como medio para expandir el mercado y, al tiempo, ofrecer nuevas y variadas historias. Solo en el cosmos arácnido ya nos encontramos (o encontraremos a lo largo del año también en España) con tres series protagonizadas por féminas, dos de ellas protagonizadas por personajes de nueva creación. Algo hasta hace bien poco impensable, así que mientras dure habrá que disfrutarlo.
Ellas llevan la voz cantante en The Amazing Spider-Man mientras que en Spider-Man Spectacular One-Shot, la miniserie que completa este tomo, se centra nuevamente en los primeros años de Spiderman como vigilante enmascarado. Vendría a ser una continuación de lo que vimos en el volumen anterior, con Joe Caramagna otra vez al frente del guion. Sin embargo, a diferencia de lo que vimos el mes pasado, el autor ya no se limita a reinterpretar viejos enfrentamientos para acercarlo a los lectores noveles, sino que crea una nueva aventura para disfrute de todos, sorteando así el rechazo inicial de los más versados en el trepamuros. Es cierto que tampoco ofrece nada realmente estimulante, es una historia menor, pero siempre es refrescante leer diferentes versiones de unos personajes (como Spidey), con tanta trayectoria. Nunca se sabe donde puede saltar la sorpresa.
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