«Esto es lo que saco de educar a mis hijas en la Tierra«

Ya está aquí Imperio, el nuevo crossover marvelita (sí, nuevo crossover pese a que tanto la Guerra de los Reinos como Matanza Absoluta deberían haber sido los últimos…) para el que he hecho el esfuerzo de tratar de mantenerme al margen de todo lo que circula por internet y centrarme en lo que, a tenor de lo que hemos ido leyendo en los últimos años, sabemos de Imperio: Por un lado tenemos dos de las civilizaciones intergalácticas marvelitas más antiguas, las dos siempre enfrentadas entre sí y ambas sacudidas por la tragedia en la última década, ya sea por la guerra en sí misma o por los acontecimientos puntuales de eventos como el del Vórtice Negro. Por el otro (y a tenor de lo que leímos en ¡Alerta!) tenemos a Hulkling siendo coronado como emperador de ambas civilizaciones y lanzándose con ellas a la conquista del espacio y de, concretamente, la Tierra.

Por si no conocíais nada de esto, la Casa de las Ideas nos trae no uno, sino tres prólogos, de los que el presente cómic es el primero (los otros dos los leeremos en las colecciones de Los Vengadores y Los Cuatro Fantásticos). Y la tarea de contarnos de dónde vienen estos alienígenas, en qué consiste su enfrentamiento y cómo se encuentran en la actualidad es el bueno de Robbie Thompson. La elección no tiene nada de aleatoria. Thompson publicó no hace mucho Los Skrull: Unidad Familiar, un cómic que seguía la estela que dejó La Visión de Tom King y en el que seguíamos las andanzas de una familia de miembros de esta raza infiltrada en la Tierra mientras preparaban su enésimo intento de invasión.

«Y yo le perdono. Como te perdono a ti«

Ahora Marvel recurre a esta familia para contarnos el origen de una guerra que se remonta muy atrás en el tiempo. La historia que nos cuentan sitúa a los skrulls como una pacífica raza que se dedicaba a invadir y anexionar planetas a su imperio a través del comercio (entiéndase el sarcasmo). Me resulta muy llamativa la fábula de su primer cruce con los kree, máxime porque es algo que ya he leído varias veces. Por ejemplo, en la maravillosa Mazmorra de Lewis Trondheim y Joann Sfar se nos cuenta cómo para entrenar a Herbert su maestro les pone a él y a su otro discípulo al frente de dos pueblos de criaturas poco avanzadas. Mientras que su contrincante instruye a los suyos en el arte de la guerra y se prepara para invadir al pueblo del pato, el protagonista aprende de sus pacíficos indígenas importantes lecciones de paz y armonía con la naturaleza. Más o menos lo mismo que leemos ahora en este cómic.

El Camino Hacia Imperio

Referencias aparte, tenemos un prólogo (que funciona a la vez como epílogo de la serie de Thompson) muy interesante con un gran dibujo de Mattia de Iulis en las secuencias del presente que se ve acompañado por ilustraciones del español Javier Rodríguez, al que la participación en la Historia del Universo Marvel en colaboración con Mark Waid ha convertido en cronista en jefe de esta editorial (de lo que no me voy a quejar, su trabajo es impresionante). Este número cero nos deja a las puertas de un conflicto para el que no tenemos ni explicación ni casi preaviso, en cosa de un mes caerá sobre nosotros Imperio y lo cierto es que tras la lectura de este cómic me quedo con ganas de ver qué es lo que nos tienen Al Ewing y Dan Slott preparado.