Ópalo Luna Saturnina. Majestrix Omniversal, gobernante de Otromundo y maquinadora alfa en el universo Marvel. Resulta muy interesante, visto ahora en perspectiva, el trabajo realizado por la gente de la franquicia mutante, encabezados por Tini Howard y Jonathan Hickman, a lo largo de todo X de Espadas. El azar, el fatal y terrible destino, la magia, los engaños y las agendas ocultas… Con el inmenso poder que atesora Saturnina es difícil calibrar si la amenaza que se cernía sobre Krakoa era tan temible como presentaron; pero aunque no lo hubiera sido, saber que el riesgo existía, que en cualquier momento el caos controlado podría haber estallado llevándose a todos nuestros personajes por delante, hace que la lectura en torno a Saturnina -verdadero centro de la historia- sea mucho más rica y afectada.

«Solo quiero salvar a mi pueblo. Nuestro pueblo«

Porque aún cuando la evidente consecuencia de sus actos ha sido la reinstauración del Cuerpo de Capitanes Britania, su objetivo real nunca fue ese, sino recuperar a Brian Braddock, a su Capitán Britania. Su animadversión hacia Betsy Braddock nunca fue, pues, algo personal contra ella, sino un sentimiento movido por la frustración de no tener a quien más anhelaba a su lado. Finalmente, su victoria es amarga, pues ha recuperado al Cuerpo de Capitanes Britania, pero no a su amor. Los sentimientos y las pasiones son lo que hacen interesantes a los personajes y grandes a las historias que protagonizan. Hickman y Howard (escudados por los Duggan, Percy y compañía) han construido un emocionante relato sobre el dolor por el amor y los lazos perdidos y los extremos a los que podemos llegar por recuperarlos. Ahí están Saturnina, Génesis y Apocalípsis (los otros grandes reclamos de X de Espadas) o las islas Krakoa y Arakko, cuya unión abre un enorme escenario para que los guionistas puedan jugar a partir de ahora.

Este último número publicado por Panini Cómics sirve principalmente a dos propósitos: presumir del impresionante trabajo gráfico de Pepe Larraz (sin cuya labor X de Espadas no sería lo mismo) y sentar las bases de lo que será Reinado de X, la próxima fase de la etapa mutante de Jonathan Hickman. Lo interesante también, como Saturnina le dice a Cable en un momento dado, es que todo estaba en las cartas. Las pistas estaban todas ahí sin que nos diéramos cuenta de muchas de ellas.

Quizás X de Espadas no sea tan brillante como Dinastía / Potencias de X en cuanto a generar un terremoto en la franquicia; pero en términos drámaticos, poniendo en el centro a sus personajes, su humanidad, sus fallos… es capaz de hablarle de tú a tú. Con la complejidad añadida de tener que coordinar a varios equipos creativos y de lidiar con tramas y personajes que no aportaban al conjunto (caso de Infernales, como ya señalamos en su momento). Aún con sus altibajos (que los ha habido), X de Espadas se ha ganado un sitio entre las aventuras más apasionantes de la Patrulla-X en los últimos años y, sobre todo, de Excalibur.