«No lo sé. No soy bueno planeando cosas últimamente«

Penúltima entrega de la serie galáctica de Donny Cates. Si el mes pasado os hablaba de la mecánica del súper-salto, el capítulo que nos ocupa hoy de los Guardianes de la Galaxia cae en otro de los clichés clásicos de las historias de superhéroes: la derrota previa a la victoria final. No estoy diciendo que los Guardianes vayan a derrotar a J’Son de una manera total y definitiva (primero, porque nadie es completamente derrotado en la Marvel actual y segundo porque Cates es muy capaz de sorprendernos, ya lo ha hecho en el pasado), pero sí que nos encontramos ante una entrega que no sorprende a nadie en su estructura ni en su desenlace final.

Quizás es porque he leído una tonelada y media de cómics a estas alturas. Pero cuando llegamos al antepenúltimo número de los Guardianes de la Galaxia de Cates sólo vi dos caminos posibles: Supersalto-derrota-victoria o supersalto-victoria-epílogo. Y, teniendo en cuenta que las cosas con este guionista nunca salen bien a la primera, me parecía bastante más probable la primera opción. En el número del próximo mes (si es que llega a ponerse a la venta a tiempo en esta cuarentena infinita) veremos una última acción heroica de un personaje que llevará a la liberación de los personajes bajo el influjo de la Iglesia Universal de la Verdad, le seguirá a esto una rápida escalada de violencia que llevará a los héroes a la victoria y, finalmente, tendremos un breve epílogo que nos lanzará de cabeza a la nueva serie que va a escribir el bueno de Al Ewing. Espero equivocarme y que me podáis rebozar este artículo por la cara, porque ello significará que Guardianes de la Galaxia #12 (#75) habrá sido el doble de divertido que estas últimas dos entregas.

«Nuestra cruzada llega a su final«

Sí que hay una sorpresa en este número, sin embargo, y es que el Drax que hemos visto en los últimos meses renacer, primero, y multiplicarse, después, no es más que un cascarón vacío sin el alma del amigo de Starlord y el resto de Guardianes. Esto tiene un efecto inmediato, dar lugar a una impresionante splash-page con Dragón Lunar como protagonista, y uno que no empezaremos a ver hasta dentro de un tiempo, que es que Drax sigue perdido y sólo la voluntad del propio Ewing será capaz de sacarlo de allá donde quieran ir a buscarlo sus amigos (o enemigos). Además, las Guerras del Infinito dejaron un importante cabo suelto (las nuevas Gemas del Infinito sintientes e imbuidas en receptáculos vivos) en el que el guerrero podría jugar un importante papel. Queda también por ver si Cohete llega a esta nueva colección de una sola pieza, pero para eso deberemos leer la última entrega de esta colección.

Guardianes de la Galaxia #11 (#74)

Creo también que he sido capaz de ver tan claramente los hilos que tejen la estructura de esta historia porque Cates se ha visto obligado a alargar su historia de una manera completamente antinatural en los últimos capítulos de la misma. Buena prueba de ello es la enorme colección de splash-pages (grandes ilustraciones a doble página, para los no entendidos) que tiene el presente número. Con ya muy poca historia por contar, pero con un número entero que rellenar el mes que viene, Cates apuesta por ganarnos a través de la vista con ayuda del buen trabajo de Cory Smith (imágenes como la que precede a estas líneas han tenido un currazo y son una gozada, la verdad).

En fin, os juro que no pretendía sonar tan negativo sobre una serie que, en líneas generales, me está gustando un montón. En Guardianes de la Galaxia #12 (#75) nos encontraremos con el desenlace no sólo de la historia que ha venido contando Donny Cates en esta serie, sino con el punto de convergencia para múltiples líneas argumentales de la Marvel intergaláctica de los últimos tiempos. En el fondo, estoy deseando leerlo.