«Si vamos a hacer esto, hagámoslo ya«

Mientras lees estas líneas, Donny Cates está escribiendo las series de Veneno, Guardianes de la Galaxia y Estela Plateada. Mientras disfrutas con esta reseña, el guionista tras La Muerte de los Inhumanos se está haciendo con una nada desdeñable parcela de la Marvel galáctica para jugar con ella a su antojo. Es lo que tiene haber convertido en oro prácticamente cuanto ha caído en sus manos en los últimos meses. La Casa de las Ideas está más que dispuesta a que Cates disfrute de su propio campo de juegos en el que haga y deshaga a voluntad. Siempre a cambio de que mantenga el excelente nivel demostrado hasta ahora, claro está. Así, en el número de este mes de Guardianes de la Galaxia, el autor no sólo encamina su primer arco en esta colección hacia su conclusión, sino que también se permite dejarnos pinceladas de lo que nos espera en la serie del simbionte y algunas pistas de lo que está ocurriendo en la actualidad con los súbditos de Rayo Negro y Medusa. Todo en una sola grapa. Sobredosis de información, amigos.

Nos dejó Cates con el corazón en un puño al término del número anterior y en este se carcajea de nosotros y de nuestras expectativas al respecto (en ocasiones como esta bendigo mi desconexión del mundo digital y de los spoilers que pululan por la red). Lo hace para poder meterse rápidamente en faena: hay mucho que contar y apenas una veintena de páginas para condensarlo.Pero el susto que nos metió en el cuerpo tiene un segundo efecto que no nos esperábamos, el Peter que se levanta en este cómic no se parece al que cayó en el anterior, sino al intrépido (loco) líder de los Guardianes al que estábamos acostumbrados. nada como que te disparen en el pecho para que se te pasen las depresiones.

«Thanos y yo debimos de repasar este plan mil veces«

La resolución de este número no nos pilla tan de sorpresa como lo hizo el anterior. Hacia dónde se dirigía esta saga (y, por tanto, la serie) era algo que estaba meridianamente claro. Sólo faltaban por concretar los nombres y apellidos de los involucrados, pero hasta para eso era cristalino que ningún camino debía pasar por Gamora más que para volver a reclutarla y comenzar con ella la reconstrucción del grupo. Pero, como ya he dicho otras muchas veces, saber hacia dónde nos conduce un camino no hace menos disfrutable su recorrido y la verdad es que con este primer arco de Cates al frente de la colección me lo estoy pasando pipa. Con él siempre están pasando muchas cosas, sí, pero en ningún momento se siente el lector saturado. Sabe este guionista muy bien cómo dosificar las grandes revelaciones con los pequeños detalles para que el aficionado se deleite sacando chicha de cada una de sus entregas mensuales. Así da gusto.

Guardianes de la Galaxia #5 (#68)

Lo mejor de todo es que cuando esta historia acabe el mes que viene, ya tendremos una o dos tramas abiertas sobre las que especular, más allá del hilo central que va a mover a nuestros protagonistas de un confín al otro del universo conocido. Hablaba el otro día de cómo Salvajes Vengadores nacía con una clara fecha de caducidad. Pues bien, los actuales Guardianes de la Galaxia tienen vocación de etapa larga y eso no podían ser mejores noticias en los tiempos actuales y dada la inestabilidad que había vivido la cabecera tras la marcha de Brian Michael Bendis a la competencia. Bien es cierto que algunas de las cosas que se están contando no terminan de gustarme (Marvel vuelve a vivir un tiempo en el que la muerte es tan sólo un estado transitorio), pero el fondo, las formas en las que Cates nos está presentando su universo son una pasada.