«Me exigieron que destruyese mi pequeño mundo de bolsillo«
Una de las maravillas de la Historia del Universo Marvel de Mark Waid y Javier Rodríguez es que nos permite recordar nuestro punto de entrada en el rico mundo de los cómics. Para mí, un chaval al que no habían dejado nunca tener cómics en casa y que se había criado, sobre todo, con novelas de aventuras y de fantasía épica, esta entrada se produjo a través de los préstamos de manga en mi época universitaria (gracias a nuestro colaborador Luis Olmedo) y, unos años después de comenzar mi andadura en esta revista, cuando nos decidimos a embarcarnos en la aventura de no hablar sólo de cine y pasar a abrir la mano al mundo de la viñeta (más tarde llegarían las series y los videojuegos). Recuerdo que cuando comenzamos a trabajar con Panini estaba justo a punto de estrenarse el resultado del Cisma mutante, que dividiría a los homo superior entre los partidarios de Cíclope y los seguidores de Lobezno, pero un buen amigo me recomendó bucear mucho más atrás, hasta los Vengadores Desunidos de Brian Michael Bendis, si quería llegar a entender las implicaciones de todo lo que estaba ocurriendo en ese momento en la Casa de las Ideas.
Y justo en ese punto de la historia es donde comienza la penúltima entrega de esta estupenda colección. Con los Héroes más Poderosos de la Tierra abandonando las ruinas de su mítica mansión y con la Bruja Escarlata perdiendo del todo la cabeza para crear el mundo distópico de la Dinastía de M. Esta quinta entrega de la serie podría considerarse un tributo a la década larga en la que Bendis diseñó el presente y el futuro de los personajes de la editorial y nos lleva desde el suceso anteriormente descrito hasta el viaje al futuro de la Patrulla-X original en ese intento de la Bestia por encauzar al Scott Summers pirado de hace unos años y que también escribió el actual guionista de la Distinguida Competencia.
«Incluso bajo la cuidadosa tutela de Magneto y Charles Xavier, los poderes de Wanda se volvieron más y más volátiles«
Y es que prácticamente nada de lo que estamos leyendo hoy se puede entender sin echar la vista atrás a los años en los que Bendis fue encumbrado como pieza fundamental del cosmos marvelita. Su influencia nos ha dejado con personajes tan remarcables como Jessica Jones o Miles Morales (tan importantes que han gozado de una serie de televisión y una fabulosa película de animación respectivamente) y con una multitud de eventos en los que se han inspirado el cine y otras editoriales para ofrecernos una década, la pasada, en la que los personajes del mundo del cómic han estado presentes como nunca en todas las esferas de lo cultural. La marcha de este escritor a DC no sólo ha marcado un antes y un después en ambas compañías, sino que sirvió para poner de manifiesto como todos los éxitos de la etapa de Marvel Now! se le habían subido a la cabeza a los directivos de la editorial, hasta el punto de meter mano demasiado a menudo en lo que, al final, les estaba dando de comer: la creatividad de sus artistas.
El sexto y último número de Historia del Universo Marvel comenzará, con total seguridad con otra de las mejores puertas de entrada que un lector puede tener a este universo de ficción: los Vengadores y las Secret Wars de Jonathan Hickman. Pero el presente capítulo de la colección queda como el mejor homenaje posible que podía tener uno de los guionistas que más han contribuido al éxito y a la grandeza de la Casa de las Ideas en el siglo XXI. Las ilustraciones de Rodríguez, una vez más, son tan apabullantes que elegir una sola para ilustrar este artículo se me ha antojado una tarea de enorme dificultad. Me quedo sin embargo con la que nos presenta a The Sentry, Jessica Jones, X-Tatix y los Runaways, porque puede que no sea la más espectacular (¡echadle un ojo a la de Iron Patriot o a la de Civil War!), pero demuestra la gran inteligencia del ilustrador español a la hora de condensar ideas en imágenes que nos cuentan mil historias a través de los pequeños detalles.
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