El que debía ser el gran año de Viuda Negra está siendo terrible. No solo por los acontecimientos sanitarios que han llevado al retraso hasta otoño de su debut en solitario en el cine, sino porque el material comiquero que está saliendo estos meses para acompañar el evento cinematográfico, en el mejor de los casos no pasa de ser un pasatiempo frívolo, eficaz, pero del que no guardaremos recuerdo en unos años. Ojalá, La red de la Viuda Negra llegara a ese listón.

Panini Cómics recopila esta miniserie de cinco números en formato cartoné, siguiendo la línea marcada por las últimas incursiones de la espía rusa en los tebeos como protagonista. El cómic de Jody Houser nos presenta un relato de venganza y redención, nada nuevo en la trayectoria de Natasha, siempre con cuentas pendientes a causa de su pasado como enemiga del capitalismo. El contexto en el que se sitúa esta aventura es el mismo que el de el tomo Juego sin restricciones: la vengadora busca la manera recuperarse de los acontecimientos vividos en Imperio Secreto y Tales of Suspense presenta: Ojo de Halcón y Soldado de Invierno y para ello no se le ocurre nada mejor que refugiarse en el trabajo y repartir estopa. Y si bien la anterior aventura nos seducía con una propuesta desenfrenada, esta viene con ínfulas de thriller clásico de espías, pero le falta sustancia. Y que no goce de independencia respecto al citado Tales of Suspense le resta bastante atractivo para todo aquel que no siga sus aventuras con cierta continuidad.

Houser no le encuentra el punto al personaje, o le da igual o no la comprende, pero la protagonista que ha escrito se llama Natasha Romanoff del mismo modo que podría haberse llamado Rocío Monasterio. Es Viuda Negra porque lo dice Marvel. La red de la Viuda Negra está llena de lugares comunes, construye el misterio de forma tan torpe que tiene que dedicar el último capítulo a repasar y explicar todo lo sucedido y profundiza poco en el personaje, más allá de lo leído una y mil veces. La guionista se ha limitado a cumplir con el encargo: escribir una miniserie que permita lucir habilidades a Romanoff, en la que se deje ver Yelena Belova (a quien interpreta Florence Pugh en el cine) y que cierre los flecos que pueda haber pendientes de cara al lanzamiento de una nueva cabecera para el personaje a la que se pueda subir cualquier lector, neófito o ya curtido en el universo Marvel.

Un tebeo rutinario, pensado para completistas del personaje y del que lo más destacado son las preciosas portadas de Junggeun Yoon.