«Quizá no he estado a la altura de sus expectativas«

Resulta curioso como, a medio año vista, ya comienza a tomar forma mi lista de los mejores cómics de 2018. Si el otro día os hablaba de esa pequeña joya que es Animal, hoy tengo que volver a deshacerme en elogios con Faith, con diferencia la serie que con más ganas espero mes a mes. En un mundo editorial lleno hasta los bordes de héroes y heroínas resulta cada vez más complicado destacar y es por eso que el cómic de Jody Houser que publica actualmente Medusa Cómics vale el doble. Porque es bueno, porque es diferente y por todos los tabúes y clichés que rompe página a página con la mayor de las naturalidades.

Porque su protagonista es una friki con sobrepeso y porque ese detalle es completamente irrelevante. No hay momentos en los que Faith Herberth se mire al espejo y quiera cambiar su imagen y, aún más importante, tampoco hay momentos de cansina moralina acerca de aceptarse tal y como uno es. No. Hay normalidad. Hay una mujer tratando de vivir el día a día, yendo a trabajar, protegiendo su identidad, amando y siendo amada, sufriendo por las traiciones y la inseguridad propias de su trabajo. Hay realidad, y la realidad es ese vehículo con el que los lectores logramos conectar con el personaje de los cómics que se nos está vendiendo.

«Supongo que tendremos que detener el apocalipsis otra vez» 

Me entero ahora de que Sony Pictures (que ya tiene casi lista su película de Bloodshot con Vin Diesel como protagonista) planea llevar a Faith a la gran pantalla y lo primero que siento es miedo. ¿Será capaz Hollywood de respetar el estilo único de esta heroína o la convertirá en otro icono de cartón piedra con el que mercantilizar el feminismo del mismo modo que ya han logrado sacar beneficio de la trivialización de la causa LGTB? El verdadero ejemplo que da este cómic parte de la normalidad con la que lo mira todo y si esto se elimina nos quedaremos con una película sin sentido ni mensaje.

Faith #12

En los cómics que leemos hoy nos encontramos con una de las batallas más personales que va a tener que librar nuestra protagonista. Más allá de las estrellas de cine fracasadas y las sectas alienígenas, Faith (no Zephyr, Faith) ha de enfrentarse en Faith #11-12 a sus propios fantasmas (literalmente), que la acosan recordándola todas las veces que ha fallado y alguien ha perdido la vida a consecuencia de ello. Cualquiera de las dos grandes editoriales de cómic norteamericanas habría solucionado esto con una profunda conversación entre héroes. Pero este no es un cómic que comulgue con esa clase de moldes, así que Faith recurre a sus amigos y conocidos para tratar de superar el trago y ver las cosas con perspectiva… tal y como haríamos cualquier otro de los mortales de este planeta.

«¿Eso significa que por fin estás viendo The Walking Dead?«

Faith #13 es una gozada. Un cómic en el que el protagonismo pasa a los compañeros de trabajo de la protagonista. En como encajan ellos en su vida diaria el hecho de compartir oficina con una heroína y en qué modo su vida es mejor por estar ella cerca. Y para rematar, una vuelta de hoja a cómo la existencia de este grupo de personas sirve apara que Zephyr pueda dejar de ser Zephyr durante unas horas al día, posar los pes en la tierra y tener una vida tan normal como la tuya o la mía.

Faith #13

El dibujo de estos tres números continúa siendo víctima de un desfile interminable de nombres (para mí uno de los pocos aspectos negativos de la colección), pero por lo menos ninguno de ellos lo hace nada mal y Marguerite Sauvage hace de elemento cohesionador al encargarse en exclusiva de las secuencias que van dentro de la rica imaginación de Faith o de cualquiera de sus compañeros.

Faith es el cómic que necesitabais leer. Aunque no lo supierais. Es una de las mejores cosas que le han pasado a la industria de la viñeta.