Los Vengadores #2 (#101)

Los Vengadores #2 (#101): Al más puro estilo Aaron

Los Vengadores #2 (#101)«Viajaba solo, lo que significaba una muerte segura ahí fuera«

 

Comenzamos ya en serio con la nueva serie de Los Vengadores tras el arco especial de bienvenida que leímos el mes pasado. Y Jason Aaron utiliza este número doble para ir asentando las bases de cómo va a funcionar la serie que le confirma como uno de los guionistas más importantes con los que cuenta la Casa de las Ideas a día de hoy. Una vez leído, hemos de decir que no hay sorpresas, en el sentido de que Aaron aplica una estructura que ya ha utilizado con éxito, por ejemplo, en los primeros números de su larga etapa al frente de Thor y que ahora utiliza para poder contar historias que hunden sus raíces en etapas anteriores del grupo y momentos pretéritos de la historia de la humanidad. Estoy hablando, como no, de las dobles (a veces triples y cuádruples) historias en dos momentos del tiempo. Por un lado, este mes leeremos la historia en torno a los orígenes el Piloto Fantasma de las cavernas y, por el otro, nos acercaremos a la nueva base de Los Vengadores de la mano de Robbie Reyes, el Piloto Fantasma de la actualidad.

 

Nada nuevo bajo el sol, pero el guionista ya ha sacado oro en otras ocasiones de esta manera de contar las cosas y lo cierto es que el tono y las maneras en que los personajes de esta etapa se relacionan dan un buen rollo estupendo. La tensión (no, sexual no, Tony) entre Iron Man y Capitana Marvel va camino e una resolución no sólo pacífica, sino natural, tirando de esa familiaridad que ya viéramos en la escena (en plena Civil War II) en la que Tony y Carol coincidieron a la salida de una de las reuniones de Alcohólicos Anónimos. Por otra parte tenemos a Thor y Hulka, una pareja improbable, pero muy divertida en la que la prima de Banner lleva la voz cantante (y cuyo aumento de poderes nos va a dar más de un quebradero de cabeza). Junto a estos cuatro tenemos la juventud y el descaro de Reyes, la experiencia de Steve Rogers y a un líder interesante (y fruto de los tiempos que vivimos y la clase de mensajes que Marvel quiere y debe enviar a sus lectores) como puede serlo Pantera Negra.

 

«Espero que hayas hecho los deberes«

 

Me resulta llamativo que el mayor enemigo de Aaron hasta el momento ha sido su independencia. No a nivel de calidad (pocas cosas ha escrito hasta la fecha que no me hayan gustado), sino a nivel de su aceptación dentro de las estrategias editoriales marvelitas. Esta huida de los grupos y los crossovers ya le trajo la salida de Doctor Extraño (pese a la tremenda etapa que estaba haciendo junto a Chris Bachalo) y puede que tuviera mucho que ver con el fin de Lobezno y la Patrulla-X (cuyas historias funcionaban aparte de todo el resto del universo mutante). El juego de la editorial cambia ahora al darle al autor la serie del grupo más importante de Marvel, asegurándose que la cabecera cuente con historias de calidad, por un lado, y que Jason participe de cualquier evento que se programe para sus personajes, por el otro.

 

Los Vengadores #2 (#101)

Los Vengadores #2 (#101)

 

Los Vengadores de Aaron quedan, pues, reducidos a un grupo de siete superhéroes (más un octavo que irá rotando a modo de estrella invitada) que van a tener en Roxxon y los atlantes (con Namor a la cabeza) su primer reto tras su puesta de largo. Al dibujo nos encontramos con una dupla de infarto como pueden ser Sara Pichelli (en la historia del Piloto Cavernícola) y David Márquez (en la trama del presente). No será un equipo constante (a Pichelli no se la espera en los próximos meses y Márquez dará paso a Ed McGuinness en el especial de Los Vengadores #700), pero sí que es una declaración de intenciones con la que Marvel busca devolver a la colección al puesto de importancia del que había desaparecido recientemente y del que nunca debió apearse. Los Vengadores #2 debe leerse como una nueva introducción (tras la aventura inicial) a lo que podemos esperar de esta nueva e ilusionante etapa.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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