Los Vengadores #20 (#119)

Los Vengadores #20 (#119): Agora sim entendo!

Los Vengadores #20 (#119)«Puñetero Imperius Rex«

 

Han tenido que pasar casi dos años, pero por fin parece que las piezas que comenzó a colocar Jason Aaron cuando le pusieron a los mandos de los Héroes más Poderosos de la Tierra comienzan a tener sentido e importancia. Los Vengadores #20 (#119) abre con un capítulo que recoge todos los destellos que hemos ido contemplando desde que comenzó la serie y los empieza a dar la forma de amenazas reales de cara al futuro de la formación. Todas las historias que habían quedado en stand-by desde hacía meses comienzan a confluir en una sola y la pinta que tiene todo esto es descomunal. Por fin parece que Aaron se pone a hacer lo que mejor se le da, aunque para ello se haya tomado una cantidad de tiempo asombrosa.

 

Y es que nos basta con mirar a la portada de este número para enumerar: Señalando a la cámara tenemos a Drácula, al que vimos volver pisando fuerte en un arco argumental que quedó muy abierto y que pone a los vampiros a vivir en la zona de exclusión de Chernóbil mientras su adalid se fortalece (ya en la primera entrega de la nueva serie de Lobezno vimos hasta qué punto) y se prepara para un asalto sobre la humanidad para el que piensa contar con aliados hasta en el seno de los propios Vengadores. Bajo él vemos a la Viuda Roja y a Ursa Major, dos de los integrantes de la Guardia de Invierno con la que ya han chocado nuestros protagonistas en un par de ocasiones y contra los que, inevitablemente, volverán a luchar (que la Rusia marvelita es tan conciliadora como la real). Entre ellos vemos a Namor, enfrentado con una humanidad que ha terminado por convertir a su pueblo en una horda de refugiados a base de contaminar los mares y destruir sus ecosistemas. Abajo del todo vemos a Hyperion y Halcón Nocturno, dos de los miembros del Escuadrón Supremo de América que ha reclutado el ex-agente Coulson como alternativa nacional a los internacionalizados Vengadores.

 

«El vil villano. Dioses, qué osadía la suya«

 

Y por encima de todos tenemos a Mefisto. De él sabíamos que había sacado a Coulson del infierno a cambio de formar al Escuadrón Supremo (y ya vimos en el pasado a través de qué métodos) para que termine actuando según sus intererses, pero ahora vemos su mano tras la ira o la ambición de cada uno de los otros potenciales enemigos de los Vengadores. Aaron puede desatar sobre los héroes una tormenta perfecta a base de asestar sucesivos golpes y sin que tengan jamás que verse las caras ninguno de todos estos villanos. Y al final estará siempre Mefisto. Máxime cuando el Motorista Fantasma original deje, previsiblemente, de ser el rey del infierno en un futuro para el que ya planea hasta serie propia. Lo cierto es que, si todo va como tiene que ir, el futuro de esta colección es (como mínimo) ilusionante.

 

Los Vengadores #20 (#119)

Los Vengadores #20 (#119)

 

Y, además, está el tema de Namor. Cuando terminó el evento de Los Vengadores contra la Patrulla-X, allá por 2012-13, vi como Magneto perdía gran parte de sus poderes, cómo Cíclope apenas podía lanzar rayos ópticos, Coloso no controlaba su transformación ni Magik su magia… Pero Namor no parecía haber tenido que pagar peaje por ser un recipiente para la Fuerza Fénix. Siempre me pareció el gran cabo suelto de ese evento y me alucina que ahora Jason Aaron (una de las cabezas pensantes tras aquella epopeya) sea capaz de retomar este asunto para dotarle del final que siempre quisimos leer, pero ¡ocho años después!

 

Cierra la interesantísima grapa de este mes el primer capítulo de La Era de Khonshu, una saga que parece creada con la firme intención de dar minutos de fama al Caballero Luna, flamante protagonista de una de las muchas series que Disney + tiene pensado estrenar de aquí a 2053. Ya veremos cómo se desarrolla, ya que lo que leemos en esta primera entrega sirve poco más que para ver que el antihéroe es muy fuerte y que la serie ha pegado un salto temporal para situarse en línea con el diseño actual de personajes como Thor.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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