S.W.O.R.D. #6: Gala Fuego Infernal

S.W.O.R.D. #6. Gala Fuego Infernal: Convirtiendo el agua en vino

S.W.O.R.D. #6: Gala Fuego Infernal«¿Por qué debería importarnos?«

 

Cuando de pequeño, al ir a misa, escuché por primera vez la historia de como Cristo convirtió el agua en vino siempre me llamó la atención un detalle más allá del hecho en sí del milagro transmutador de sustancias. El tema era que con el milagro habría valido, ya habría demostrado de lo que era capaz o se habría dado a conocer en Caná con el que sería su primer milagro. Pero la cosa no acababa ahí. El maestresala (el criado y catador principal de un señor) se acercaba entonces al esposo para comentarle con sorpresa que el vino que se había servido en segundo lugar era incluso mejor que el que se sirvió antes de que los comensales comenzaran a estar ebrios. esto, por supuesto, tenía una lectura mucho más profunda que la que un crío de mi edad podía llegar a entender (y no pienso meterme ahora en esta clase de reflexiones filosóficas y teológicas). En su lugar yo pensaba que menudo chulo era Jesucristo, que cuando ya los tenía a todos en la palma de su mano se había marcado un triple para quedar aún mejor.

 

S.W.O.R.D. #6: Gala Fuego Infernal, el antepenúltimo cómic alrededor de la Gala Fuego Infernal de este mes, me recuerda mucho a esta sensación. En el one-shot de Patrulla-X: Escala Planetaria los mutantes han reescrito las normas que rigen la política del Sistema Solar y todos pensamos que lo que restaba de fiesta sería un avance de lo que nos espera mezclado con una seria reflexión acerca de lo que han conseguido y lo que han impuesto los homo superior al resto de los humanos.. Sin embargo nada de eso. Sí, vale, comienza el cómic con un Capitán América que observa entre asustado y pesaroso las estrellas, pero rápidamente la acción gira a una conferencia en la que Abigail Brand le cuenta a una selección de razas espaciales el inmenso logro que hemos leído en el cómic antes descrito. ‘¿Por qué debería importarnos?‘, le dicen a la líder de S.W.O.R.D. los miembros de razas que cuentan en sus imperios con más planetas que aldeas hay en cada concejo de Asturias.

 

Y ahí es donde se convierte el agua en vino.

 

«Lo que os pedimos a cambio es reconocimiento«

 

El mysterium, del cual leímos de pasada en el primer número de esta colección, vuelve a la palestra para desvelarse como el equivalente estelar de las flores curativas con las que los mutantes se han ganado el reconocimiento de diferentes naciones de la Tierra. La apuesta sube ahora miles de enteros, porque no sólo se busca lograr con el comercio con este simpático metal que el resto de imperios reconozcan la valía de los terranos (y más concretamente de sus mutantes), sino que se juega a lograr una posición dominante en el Sistema Solar y una importancia determinante en la alta política galáctica. Los mutantes buscan lograr que se frenen las incursiones contra la Tierra a la vez que ponen la primera piedra de una posible expansión espacial en el futuro. Y al frente de toda esta locura ponen a una de las mutantes más poderosas y carismáticas (a la par que acostumbradas a trabajar desde posiciones de poder).

 

S.W.O.R.D. #6: Gala Fuego Infernal

S.W.O.R.D. #6: Gala Fuego Infernal

 

No tengo mucha idea de cómo influirá Inferno en toda esta nueva aventura mutante, pero lo que sí sé es que deseo con todas mis fuerzas que al menos un gran porcentaje de lo alcanzado a lo largo de estos años permanezca de forma más o menos perenne. Me gusta ver a los mutantes en esta situación, está probado que amenazas no les van a faltar y van a seguir siendo temidos y odiados por una parte de la humanidad que ve en ellos los síntomas de su propia extinción. Pero el catálogo de nuevas historias crece exponencialmente con cada nueva vuelta de tuerca que se nos presenta y la ilusión con la que se leen actualmente los títulos de esta parcela de la Casa de las Ideas apenas sí tiene precedentes.

 

El cómic, además, cierra con una escena que todo amante de los hombres y mujeres X va a disfrutar como si de un caramelito se tratara. Hace ya unos cuantos años que se tomó una decisión editorial que cambió por completo a algunos de los personajes más míticos de las cabeceras mutantes. Al Ewing sienta en este número las bases para un retorno a los orígenes largamente esperado por todos aquellos que no terminaron de aceptar algo que nunca tuvo demasiado sentido. ¿A qué me refiero? Mejor leeros el cómic.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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