Aunque ya está bien entrado el año, siempre hay tiempo para ver que estrenos son los que van a llegar en los próximo meses y no he podido dejar fijarme en que, muchos de ellos son precuelas, secuelas, remakes o reboots de grandes clásicos del cine de los 70, 80 o principios de los 90. Son estos estrenos los que más llaman la atención de los críticos y público en general que esperan con ansias su llegada. Estos reboots tendrán su cierre en diciembre, cuando llegue a las pantallas posiblemente la película más esperada en años: Star Wars: El despertar de la fuerza.

Pero hasta entonces queda mucho y por ello vamos a ver con cuáles de esas películas que vienen ahora volveremos a ser esos niños que pisamos hace ya unos cuantos años las salas de cine para ver sus originales en pantalla grande. Con la llegada de Mad Max: Furia en la carretera se ha abierto la veda. Hay que remontarse hasta 1979 para encontrar la primera entrega, aquella Mad Max que George Miller consiguió colocar como una obra maestra que en su momento no ganó demasiados adeptos, pero que se ha ganado el título de cinta de culto.

Le siguieron dos secuelas: Mad Max: El guerrero de la carretera (1982) –que es de la que más ha bebido esta Furia en la carretera– dejando buenas sensaciones aunque el tiempo no la ha tratado bien, y la que para muchos fue  una gran decepción, Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno (1985). Poco bueno se puede decir de una tercera entrega que dejaba mucho que desear. Y ahora, 30 años después de aquella y 36 desde la primera parte, Furia en la carretera ha devuelto la ilusión a una saga que parecía condenada al olvido. Gracias a George Miller, un señor de setenta años, hemos vuelto a disfrutar de la acción como realmente merece ser vista.

Poltergeist, el remake innecesario

Si Mad Max ha sabido encajar perfectamente en el mundo cinematográfico actual, Poltergeist no ha podido con ello. La original, una historia del mismísimo Steven Spielberg, tampoco es que sea una de las grandes películas de terror de los 80, pero sí que conseguía meter el miedo en el cuerpo con escenas, violencia y vueltas de tuerca muy enrevesadas que hacía agarrarte con fuerza a la butaca, al sofá o lo más próximo que tuvieras. En cambio, la nueva Poltergeist es una mala mezcla de la historia original con todos los tópicos habidos y por haber en el mundo del cine.

Cuando se anunció el proyecto ya se puso el grito en el cielo de que Poltergeist era una de las películas que menos necesitaban un remake, básicamente porque todos los años tenemos historias mejor contadas y elaboradas sobre casas encantadas. Pero bueno, seguramente lo han hecho para que las nuevas generaciones vean modernizada la historia original, aunque siempre será mejor ir a un videoclub o tirar de VHS para disfrutar de la cinta original.

Jurassic World, la evolución definitiva

Para quién escribe estas líneas, y con permiso de Star Wars, la nueva entrega del parque jurásico más famoso del mundo es la película más esperada del año. ¿Y por qué? Pues porque fue la primera película que vi en una sala de cine. Además, los dinosaurios siempre han sido una debilidad desde pequeño, por eso cuando se estrenó Jurassic Park volví locos a mis padres para ir al cine a verla. Con su continuación pasó lo mismo, e incluso la disfrute más. Pero con la tercera ocurrió algo, perdí la ilusión por una historia que no llevaba a ningún lado y donde el guión únicamente se limitaba a mostrar escenas de acción una detrás de otra.

Pero ahora la ilusión me ha vuelto. Quizás sea por el hecho de que han intentado darle un cambio a la saga, metiendo dinosaurios que han sido modificados genéticamente. Así podremos ver a ese gran Indominus Rex, el dinosaurio mutado genéticamente que hará que el nuevo Jurassic World sea una atracción mortal. Y que Chris Pratt y Bryce Dallas Howard sean los protagonistas de la cinta hace que gane enteros. Esperemos que Colin Trevorrow sepa llevar la nueva entrega de Jurassic World a buen puerto. Confianza hay al 100%.

Terminator Génesis ¿La debacle de la saga?

Después de decir que espero con muchas ganas la vuelta de Jurassic World, no puedo decir lo mismo del regreso del androide más famoso del cine. Soy de los pocos que defienden la cuarta entrega como un intento de cambio y de evolucionar, aunque al final no funcionase del todo. Pero la tercera es muy mala. Aún así, parece que la primera y la segunda entregan tendrán que volver a aguantar el chaparrón con Terminator: Genésis. Y si no lo creéis solo tenéis que echar un vistazo al último tráiler donde se puede ver que han removido todos los cimientos que pudiera haber.

Para la ocasión vuelve Schwarzenegger a uno de sus papeles más recordados, al que en esta ocasión acompaña Emilia Clarke, o lo que es lo mismo, Daenerys de la tormenta, madre de dragones, la que no arde, rompedora de cadenas… ¡Mhysa! De Juego de Tronos. El argumento es similar a los vistos anteriormente pero la película intenta ser a la vez precuela, secuela y reboot. No sabemos en que quedará todo esto, pero parece que las sorpresas van a ser muchas y cualquier regla de la saga va a decir adiós.

¡Que la fuerza os acompañe!

Y para terminar el año que mejor manera de hacerlo que con el regreso de la saga espacial más famosa, con más adeptos y reconocida por todos. Sí, en diciembre llega Star Wars: El despertar de la fuerza. A estas alturas no sé que más se puede decir de la saga creada por George Lucas. Únicamente que después de haber visto la saga entera miles de veces, de seguir defendiendo los episodios I y III (el II me niego a defenderlo) y ser fan acérrimo de la trilogía original (a pesar de los Ewoks), considero que Star Wars fue un entretenimiento diferente, difícil de llevar a cabo y que ha sabido envejecer siendo todavía una de las sagas más recordadas.

Ahora con la llegada de J.J. Abrams, que ha devuelto también a Star Trek a donde se merece, esta El despertar de la fuerza tiene la increíble hazaña de intentar estar a la altura de las originales, de saber seguir una historia que parecía terminada y de convencer a una nueva generación de que Star Wars no es sólo cosa de frikis, sino de todo el mundo. La espera va llegando a su fin.