Los 4 Fantásticos

Biblioteca Marvel. Los 4 Fantásticos #13 (1967): Primer contacto

Los 4 FantásticosNo nos cansamos de decirlo. Cada nueva entrega de la Biblioteca Marvel es un pedacito de historia tangible, que podemos tocar, oler (que bien huelen los tebeos nuevos) y leer y releer, descubriendo siempre detalles de una historia, la marvelita, que no ha parado de crecer con el paso de las décadas. El nuevo tomo publicado por Panini Cómics abarca de agosto a noviembre de 1967 y presenta otro de esos conceptos que definirían la escena cósmica de la editorial de manera determinante.

 

«Silencio, despreciable inútil. Me has fallado«

 

Hablamos, claro está, de los kree, apuntamos en el volumen anterior, pero que es aquí donde hacen su presentación en sociedad. En apariencia anecdótica, solo en la aventura que abre el libro, pero a través de dos personajes imprescindibles para el cosmos marvelita: Ronan el Acusador y la Inteligencia Suprema, Kirby y Lee dan vida -sin saberlo todavía- a algunos conceptos que serán imprescindibles para que, en 1972, Roy Thomas orqueste (junto a Sal Buscema, Neal Adams y John Buscema) la guerra Kree-Skrull, uno de los grandes hitos editoriales de la época.

 

Pero bueno, para eso aún quedan cinco años y su desarrollo ni siquiera tendrá lugar en la serie de Los 4 Fantásticos, sino en la de Los Vengadores. Así que si bien nos pilla de forma muy tangencial, sirve para hacer hincapié en la organicidad del todavía joven Universo Marvel, donde personajes e ideas surgidas en una cabecera podían prender en grandes argumentos en otras series. Y esa es un poco la tónica que acompaña a los imaginautas (es lo que tiene llevar una naturaleza exploradora, siempre son receptivos a efectuar el primer contacto) y, especialmente, este volumen.

 

Los 4 Fantásticos

 

Al margen de los kree, cuyo recuerdo sobrevive a un capítulo poco inspirado, Lee y Kirby dedican los números #66-67 a esbozar dos personajes con un futuro enorme por delante. Con el primero igual nos estamos viniendo arriba, pero Carlo Zota sería recuperado hace no mucho por Al Ewing y Javier Rodríguez para reunir a la más original encarnación de los Defensores, el no-grupo de Marvel liderado (casi siempre) por Doctor Extraño. Si la vida real puede dar muchas vueltas, la de los héroes y villanos marvelitas es literalmente imprevisible.

 

Zota, además de servir de vehículo para que Ewing y Rodríguez se atrevieran a narrar la historia previa a la historia del Universo Marvel (también relatada por ellos); tuvo su importancia para dar la bienvenida a Él, base de lo que, otra vez Roy Thomas y otra vez en 1972, germinaría en nada menos que Adam Warlock, capital para entender la mitología alrededor de Thanos y las gemas del infinito e inmortalizado en el UCM por Will Poulter.

 

Y cerrando el tomo (de pocos, pero abultados números), un annual que serviría para estrechar lazos con habituales de la etapa como Estela Plateada o los inhumanos… y para plantar una semilla que cambiaría las vidas del cuarteto protagonista para siempre.

 

Estas lecturas, provistas del bagaje lector y la perspectiva de los años, posiblemente lleven a engaño, en el sentido de que muchas ideas que conectamos con relatos e ideas venideras ni siquiera tenían visos de existir en su origen. Puede que incluso las intenciones primigenias fueran otras (la introducción de Pedro Monje da buena cuenta de esto, no os la saltéis) y su trayectoria estuviera pensada para no ir más allá de una o dos aventuras. Pero ese es el encanto de (re)descubrir estas primeras historias: ver cómo accidentes aquí y allá crecieron y evolucionaron hasta crear historias que marcarían (y marcan) a generaciones enteras. En estas páginas somos testigos de ese mágico primer contacto.

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