En el que ya es el mes fantástico (motivado por el estreno de Los 4 Fantásticos: Primeros pasos) no queríamos dejar escapar la oportunidad de recuperar una de las obras más interesantes surgida en torno a la franquicia en los últimos años y que centra su atención en una figura sin la cuál no podríamos entender la evolución de la primera familia a lo largo de sus 60 años de vida. Hablamos, cómo no, de Víctor von Doom: el Doctor Muerte.
“¡Si vuelve a asomarse por aquí, lo lamentará!”
Panini Cómics relanza la miniserie de Ed Brubaker y Pablo Raimondi en torno al origen del monarca latveriano dentro de su línea Marvel Essentials (ya sabéis: tapa blanda y tamaño reducido, equivalente a los extintos DC Pockets de la también desaparecida ECC Ediciones). Una edición fenomenal para acceder a lecturas destacadas de la editorial a un precio muy competitivo. ¿El problema? La reducción de tamaño puede dificultar la lectura de los textos y, como es evidente, las viñetas no lucen tanto. Si tenéis presupuesto, intentad buscar Doctor Muerte: Origen (tamaño comic-book y tapa dura). Si no, Doctor Muerte: Los libros de Muerte es una estupenda opción. Ambas ediciones incluyen el mismo material: Books of Doom #1-6 y extractos de Fantastic Four Annual #2 USA y Marvel Double-Shot #2 USA.
Es en ese segundo Annual de la serie de Los 4 Fantásticos de Jack Kirby y Stan Lee donde tenemos el germen de la actual aventura. Brubaker y Raimondi cogen la poca información se que presentaba del villano y construyen un relato que expande y profundiza en ella, buscando no solo “rellenar huecos”, sino dotar al personaje de un contexto que nos permita comprenderle -que no justificarle- y descubrir cómo llegó a ser el temible hombre que es.
El trabajo de Brubaker y Raimondi es más que interesante porque huyen de la siempre tentadora excusa de “solo soy una víctima, mundo me ha hecho así” o de blanquear su figura. Muchas veces, el error que se comete al retratar figuras villanescas desde su origen o como protagonistas es tratar de justificarlas o excusarlas, aunque eso implique traicionar quiénes son. El mal existe. Hay personas buenas y personas malas. La fantasía de una ficción puede esconder la realidad, pero no hacerla desaparecer. Brubaker y Raimondi respetan a la figura de Muerte y no quieren hacerla de menos. Muerte es un personaje oscuro, ávido de poder y atención, con sus traumas como todo el mundo, pero cuando debe tomar un camino u otro, rara vez no se decanta por el que le reporte un beneficio o una ventaja.
Los libros de Muerte asumen el retrato del personaje y plantean el camino que seguiría hasta llegar a quién es hoy en día, sin importar sacrificios o víctimas. En este sentido, la obra guarda ciertas semejanzas con el trabajo de Jason Aaron y Simone Bianchi en Thanos: Origen, miniserie con la que explicaron el nacimiento del titán loco. ¿Os imagináis una historia en la que Thanos es un pobre desvalido que abraza la oscuridad porque había gente más mala que él? ¿Verdad que no? Con Los libros de Muerte sucede lo mismo.
Lo que hace esta historia es dar contexto y explicar el proceso, sin edulcorar o buscar la simpatía del lector. Conocemos a Víctor cuando era un niño y le seguimos en sus años de juventud y adultez hasta hacerse con el poder absoluto de tu país y erigirse como uno de los personajes más temibles de la Tierra. Un recorrido que integra algunos hitos importantes en la trayectoria del villano, como son su continua lucha contra Mefisto (narrada por Roger Stern y Mike Mignola en Triunfo y tormento) o su encuentro universitario con un tal Reed Richards. Brubaker conoce la historia del personaje y la integra de forma coherente y precisa en una miniserie convertida por derecho propio en obra seminal del personaje.

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