Mientras Dan Slott le da caña a Universo Spiderman en su retorno a la franquicia arácnida, Zeb Wells tiene que hacer frente a la actualidad más apremiante del Universo Marvel, lo que incluye nada menos que la Gala Fuego Infernal organizada por Emma Frost (de la que ya dimos cuenta aquí) y el juicio del Celestial a toda la humanidad. Contra lo que suele ser habitual en este tipo de tie-ins, Wells y su Spiderman salen bien parados.

 

 

«Tú estás sobre el terreno… ¿es real?«

 

Bien es cierto que el cruce del trepamuros con la fiesta krakoana no aporta gran cosa a la trama que sigue la serie arácnida; este sirve más bien para alargar la afterparty mutante que, a diferencia de su celebración inaugural, su alcance editorial ha sido más acotado, quedándose en un número especial y unas pocas menciones en alguna que otra colección. Y con esa consideración presente, al capítulo le cuesta arrancar. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que no todos los que lean El Asombroso Spiderman tienen por qué tener en cuenta el especial mutante. Es decir, Wells debe ocupar las primeras páginas para contextualizar la historia, aunque resulte redundante para quienes sí hayan leído La Patrulla-X: Gala Fuego Infernal 2022.

 

Superado el trámite, aún sin quitarse la sospecha de relleno (para los asuntos arácnidos, que no para los mutantes… ¡dadle un tiento si seguís la actualidad krakoana!), Wells nos ofrece todo un caramelito que no se da con la asiduidad que muchos desearíamos: una aventura compartida entre Lobezno y Spiderman. Extraños compañeros de viaje que suelen complementarse bastante bien y que dan lugar a fricciones muy divertidas. A lo que hay que sumar la presencia de Mary Jane, cuya participación permite al guionista reforzar posiciones respecto al misterio que detonó esta interesantísima etapa que estamos viviendo.

 

Un juicio muy personal

El segundo de los capítulos incluidos en esta grapa, en cambio, sí que se preocupa por desarrollar el argumento de fondo de la serie. Es más, se atreve a dar llamativas pistas respecto a aquello que sucedió meses atrás y que llevó a Peter al pozo. «Previsible» si tenemos en cuenta que el celestial que ha decidido juzgar a la humanidad es omnisciente. Este es un episodio enfocado solo al juicio personal de Peter, quien para probar que es digno visita a amigos y familiares haciendo lo que siempre hace: preocuparse por ellos y ayudarles en todo lo que puede.

 

Y aunque hay espacio para la comedia (la escena protagonizada por Jonah Jameson no tiene desperdicio), lo relevante del capítulo es su tramo final. Cuatro páginas que son pura emoción con Peter a corazón abierto (tres veces he releído las páginas y tres veces he soltado la lagrimita… Por favor, ¡más Nick Dragotta en Spiderman! ¡Vaya espectáculo capturando las miradas de los personajes!) y una última que nos hace ver -ya lo veníamos esperando- las orejas al lobo.