20th Century Boys #9

20th Century Boys #9: Más allá de la cúpula del trueno

20th Century Boys #9«Olvidar lo anterior para pasar a otra cosa es propio de la edad adulta«

 

Me sigue alucinando como las cosas que me dejaron frío de 20th Century Boys hace ahora casi dos décadas me tienen ahora enganchado y con ganas de leer más y más. Han hecho falta estos quince o dieciséis años para que comience a entender el porqué de muchas de las decisiones argumentales de Naoki Urasawa y para que aprecie la genialidad y aplauda la valentía de presentarnos a un villano misterioso, hacer desaparecer el misterio y crear uno nuevo desde sus cenizas. La que es la obra más larga y ambiciosa del creador de Monster y Master Keaton se adentra en este noveno tomo en el mundo que ha emergido de la culminación de los planes de ‘Amigo‘, una Tierra de población diezmada que trata de sobrevivir en lo que es a todas luces un regreso al feudalismo que en ocasiones recuerda a Mad Max y en otras a los suburbios de Alita: Ángel de Combate.

 

Urasawa vuelve a saltar adelante en el tiempo y nos sitúa tres años después de la Expo y del ‘atentado’ contra el Papa que ‘Amigo‘ frustró… tras levantarse de la tumba. Este hecho, que coincide con la propagación de la versión mejorada del virus con el que comenzó todo en el año 2000, convierte al gran villano de este seinen en algo imbuido de divinidad en una Tierra que, sumida en la desesperación, necesita agarrarse a una esperanza, por ínfima que ésta sea. Tenemos, pues, a un Japón que venera a ‘Amigo‘ y que sigue sus absurdas órdenes sin rechistar, pero en el que ya desde el número anterior pudimos ver como ciertos núcleos (de sobra familiares para nosotros) de resistencia siguen plantando cara al gran prestidigitador de esta obra.

 

«A alguien que canta… ¡no se le dispara!«

 

Creo que mi gran error cuando leí por primera vez este manga fue pensar en su segundo gran arco como en un interludio entre el primero y este tercero que comenzó en 20th Century Boys #8 y que comienza a asentarse en el volumen actual. Lo cierto es que Urasawa escribió prácticamente tres series distintas e independientes con el nexo común de algunos de sus personajes y del villano a derrotar, pero su funcionamiento, su ecosistema y las relaciones entre unos y otros son tan distintas que hay que considerar cada arco como un ente de funcionamiento autónomo. Del mismo modo que hubo tres películas para adaptar la historia. Los saltos temporales entre cada una de las tramas nos ayudan a la hora de hacer este esfuerzo y, si bien entre el segundo y el tercer capítulo sólo transcurren tres años, lo cierto es que el mundo que vimos en el tomo que Planeta publicó en mayo y el que leemos en 20th Century Boys #9 son tan radicalmente opuestos que el título del manga podría muy bien haber cambiado sin que nos hubiera molestado lo más mínimo.

 

20th Century Boys #9

20th Century Boys #9

 

Este tomo, como ya hiciera el anterior, se limita a ir dejando caer las fichas sobre el nuevo tablero de juego que supone el Japón de tres años después del apocalipsis. Pero ya cerca de su final comenzamos a leer perlitas acerca de lo que nos espera. Somos testigos de un retorno muy esperado y comenzamos a vislumbrar el plan dentro del plan que elaboró hace décadas el tortuoso y manipulador Hattori / Fukubee. Aún le quedan a la historia dos tomos para llegar a su esperado final (ya veremos qué es lo que ocurre con 21st Century Boys), pero de nuevo comienzan a surgir tantas preguntas que no parece que vaya a dar tiempo a responderlas a todas. 20th Century Boys debería estar contraindicado para personas con problemas del corazón, tanta tensión durante tanto tiempo no puede ser buena para la patata.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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