Bienvenidos a chez Syfy. En nuestro estiloso restaurante tienen cabida desde los paladares más exquisitos hasta los clásicos amantes de la carnaza y la casquería. Pasen. Siéntense y pónganse cómodos, porque a continuación nuestros entregados camareros Daniel Lobato y RJ Prous les obsequiarán con el menú que podrán degustar en la segunda jornada de la 16 Muestra Syfy de Cine Fantástico. Habrá de todo, ya les adelanto. Desde trajes con vida propia a marionetas asesinas, pasando por un amplio surtido de clones, cíborgs y samuráis. Pero no les entretengo más, mis queridos comensales. Dejemos que los platos hablen por sí solos.
In Fabric (Peter Strickland, 2018)
Como entrante, para que puedan ustedes ir haciendo hambre, nos llega de Inglaterra (y pagada con dinero de la BBC) una película que homenajea, de manera bastante fiel, a los telefilmes británicos de los años 60-70. Quizás, si no tienen cuidado, se les atragante el hueso de su pretenciosidad. Y es que In Fabric, si me permiten la opinión, es un bodrio casi incomestible. Pero lo hemos puesto de entrante porque estamos seguros de que los paladares de los asistentes a la Muestra agradecen algo de psicodelia para coger ideas de cara al resto de platos del menú. Y si no, ya verán como no se van a quitar de la cabeza durante todo el fin de semana el vestido rojo de marras. Ahora en serio, tendrán que disculpar al chef, porque si no van con predisposición de divertirse, es muy probable que esta película les genere una grave indigestión por su guión inconexo, sus frecuentes elipsis, su falta de mensaje y sus bruscos e innecesarios giros. Ahora bien, si toda su vida han deseado ver una eyaculación en pantalla grande, esta es su cinta.
Elizabeth Harvest (Sebastián Gutiérrez, 2018)
Nuestros camareros no se ponen de acuerdo en el entrante, de ahí que el primer plato que les ofrecemos tenga mucho en común con una sopa castellana: lleva de todo, si toleran el pan mojado está muy rica, pero si van con ansias se puede hacer bastante pesada. Elizabeth Harvest apela a los límites de la ciencia para avanzar en revolucionarias investigaciones. La ética y la humanidad son puestas a prueba en pos del avance científico… y los intereses o egos personales. El venezolano Sebastián Gutiérrez construye un oscuro thriller con muchas ínfulas artísticas y un reparto muy molón encabezado por Abbey Lee y Ciarán Hinds. Acierta con la apuesta estética y determinados planteamientos del argumento, pero se pierde en los quiebros de guion y no sabe medir las interpretaciones de su reducido reparto. Este es un primer plato cuya mala ejecución sabrán apreciar los comensales mandanguers
Upgrade (Leigh Whannell, 2018)
El plato principal, sin ser una estrella Michelín, llega avalado por los gourmets del género. Para hacer su velada más interesante hemos contado con Leigh Whannell, guionista de Insidious y las primeras entregas de Saw, quien en Upgrade nos prepara un thriller de acción en clave sci-fi que guarda semejanzas con títulos como El cortador de césped (1992) o Trascendence (2014). Ya se hacen una idea: robótica e inteligencias artificiales homicidas que harían que Isaac Asimov se revolviera en la tumba. Poco ambiciosa en su discurso a pesar de los buenos ingredientes de los que parte (como «estropear» un entrecot bañándolo en ketchup), Upgrade toma una cierta estética ciberpunk (e ideas que parecen sacadas de la etapa de la nueva carne de Cronenberg) para que Logan Marshall-Green (el inquietante Will de La invitación, 2015) se postule para protagonizar futuros blockbusters. No les vamos a engañar, las sopresas brillan por su ausencia y su sabor, aunque agradable, les recordará continuamente a otros platos, pero si no son de gustos exquisitos, quedarán muy satisfechos.
Gintama (Yûichi Fukuda, 2017)
De postre les ofrecemos, damas y caballeros, dos opciones igualmente deliciosas. Por un lado tenemos el sabor español de El Año de la Plaga (C. Martín Ferrera, 2018) y por el otro, para los amantes de lo exótico y para los afiliados al selecto club de la sala de la mandanga, tenemos la adaptación a live-action del manga-anime japonés Gintama. Esta segunda obra, que junta en el escenario de un Japón que acaba de abandonar el feudalismo a alienígenas, samuráis y elevadas dosis de humor absurdo, es una traslación increíblemente fiel de lo que se pudo leer en las viñetas de la serie de la Shonen Jump y ver poco después en la versión animada de la historia. Y quizás este sea su único talón de Aquiles, porque mientras que gira en torno al humor y no se toma en serio, resulta un filme de lo más divertido (teniendo en cuenta lo que esperan los comensales de este menú), pero la abundancia de este penúltimo plato (131 minutos se tarda en ingerir) y esos modos tan nipones de volver una y otra vez sobre un flashback y enrollarse en explicaciones excesivamente largas pueden tener como resultado una digestión pesada de narices.
Junto con este plato, podrán sus excelencias degustar el bombón de Cerdita (Carlota Martínez-Pereda, 2018), merecido Goya al Mejor Cortometraje de Ficción que ha sido uno de los cortometrajes españoles más aplaudidos de las últimas Muestras.
Puppet Master: The Littlest Reich (Sonny Laguna y Tommy Wiklund, 2018)
Para sobrellevar la pesadez del exótico postre oriental y hacer la digestión como marca la tradición, un buen lingotazo de 30 años con denominación de origen en Postville es una excelente elección, incluso aunque resulte ser algo peleón. El cierre de esta primera jornada de la Muestra tenía cierto aroma clásico gracias a la enésima vuelta de tuerca a la saga Puppet Master. Al frente de la propuesta unos viejos conocidos del circuito festivalero madrileño: Sonny Laguna y Tommy Wiklund, quienes en 2012 triunfaron en el antiguo festival de Nocturna su Wither (mejor película, dirección y FX). Puppet Master: The Littlest Reich se mueve entre la serie B más modesta y el cine indie, con nombres como el de Thomas Lennon en su reparto. A veces ridícula, a veces macarra, esta comedia de terror no termina de coger el punto al género y falla estrepitosamente en generar tensión o angustia. En cambio, semuestra como una simpática propuesta armada de tal forma que consigue darle nueva vida a la longeva saga (esta es la 13ª entrega) como una suerte de reboot, sirviendo de entrada para nuevos espectadores y prometiendo futuras secuelas.
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