Superman

Superman #33-39: Un espejo retorcido

SupermanMientras que en Action Comics Greg Pak enfrentaba a Superman al poderoso Juicio Final, en su serie hermana, Superman, el tándem formado por Geoff Johns y John Romita Jr. hacía su presentación con un primer arco argumental que devolvía cierto lustre al kriptoniano.

 

Scott Lobdell se mostró siempre bastante irregular, muy dubitativo, y el personaje se resintió por ello, con historias que no despertaban el mínimo interés. Aún es pronto para saber si con el cambio de rumbo la colección despegará definitivamente o será todo un espejismo, pero de momento este apunta maneras.

 

Para esta nueva etapa Johns decide echar un vistazo al pasado, a través de un espejo en que el hombre de acero pueda mirarse. Pero lejos de ahondar en la historia kriptoniana o rescatar a algún personaje del lejano planeta lo que hace es reconstruir el mito de Kal-El poniendo a este como observador. Johns coge a un niño humano al que, ante el peligro de una destrucción inminente, sus padres deciden enviarlo fuera de La Tierra para salvar su vida. En un mundo extraño su camino irá parejo al de nuestro héroe y, pasados los años, retornará con nosotros, a un hogar que creía extinto, y pondrá de manifiesto la particular situación de Superman en el mundo.

 

La aparición de Ulises -así se llama este retornado- obliga a Clark a poner en perspectiva quién es, al tiempo que, por primera vez, se ve realmente reflejado y encuentra a alguien a quien, por las circunstancias similares que han debido de pasar a lo largo de toda su vida, tratar por igual. Sí, en su camino se ha cruzado con otros kriptonianos, incluso se ha reencontrado con su prima Kara, pero el guionista le está dando la oportunidad de conocer a un ser que sabe exactamente lo que ha sentido toda su vida. Enviado a un mundo extraño que lo ha dotado de poderes que sobrepasan la imaginación de sus nativos y acogido por unos padres que lo han criado como a su propio hijo. Un ser único en un mundo que le teme y le aprecia por igual, pero que nunca llegará a comprenderle.

 

No hay que ser muy listo para prever que la situación no va a ser tan idílica y si hay solo un Superman, de igual manera solo hay una Martha y un Jonathan Kent, y las diferencias entre Clark y Ulises les llevan al inevitable enfrentamiento.

 

A lo largo de estos seis capítulos -que comprenden de Superman #33 a Superman #39- vemos como Geoff Johns profundiza en lo que representa Superman para la gente y, más importante, en cómo se ve él mismo a través de la figura de Ulises. Kal-El pasa de tener el absoluto protagonismo a convertirse en un observador activo. Toma distancia y puede valorar fríamente quién es y quién podría haber sido. Lo interesante de este ejercicio propuesto por Johns y Romita es que no han tenido que acudir a Tierras paralelas ni presentar trasuntos o versiones alternativas de Superman, sino que han construido un personaje con entidad propia, que tiene su propio pasado y, solo el tiempo dirá, futuro.

 

La trama en sí tampoco tiene una excesiva complejidad, pero es en el tratamiento de los personajes donde gana enteros y marca distancias con la etapa anterior. ¿Y qué decir del dibujo de John Romita Jr.? Al final siempre es cuestión de gustos, pero su trazo le va muy bien al personaje, dotándolo de una plasticidad y un excelente sentido narrativo donde las secuencias de acción son realmente vertiginosas.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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