Stranger Things

Stranger Things: Vuelta a los clásicos

Seguramente quien vaya a ver Stranger Things lo haga sin saber nada, sin haber visto un solo tráiler y dejándose llevar por la programación de Netflix. Seguramente cuando vean sus primeros minutos (o su piloto completo) rápidamente les venga a la cabeza Super 8, aquella película vendida como el E.T de las nuevas generaciones dirigida por J.J. Abrams y producida por Steven Spielberg. Pero según vayan avanzando en la historia, en los personajes y en lo oscuro de su guion, verán que poco tiene que ver Stranger Things con Super 8. Es más, Stranger Things es lo opuesto, pues la violencia, la acción, el misterio y el miedo que puede hacer pasar en más de una ocasión no se encontraban en la cinta de Abrams. Stranger Things es, posiblemente, la mejor serie que se vaya a estrenar en este verano y lo es porque sabe contar una historia, tiene unos personajes interesantes y es una vuelta a la nostalgia ochentera, aquella que sabía dar empaque a sus producciones.

 

Winona Ryder

Winona Ryder en Stranger Things

 

Stranger Things rápidamente te dice que lo que vas a ver no es apto para todos, pues su inicio con un científico corriendo por unos pasillos huyendo de algo, te pone en situación. Y a medida que avanzan los capítulos y la temporada, la cosa se va poniendo cada vez más peliaguda. Y es que Strange Things es oscura. Muy oscura. Se guarda pocos momentos sosegados en los que tomarse un respiro. Es de esas series que si pestañeas en cualquier momento te perderás algo de información relevante que hace que la trama esté hilada. Y madre, que historia. Simplemente decir que Strange Things tiene desapariciones, tiene monstruos, tiene poderes y tiene aventura por doquier y en ningún momento sientes que la trama se repite o que da vueltas sobre lo mismo una y otra vez. Eso es lo bueno. La serie va a piñón y no te aturde con miles de explicaciones que el espectador puede coger por sí mismo. Quizás lo único así sean los momentos de Winona Ryder con unas luces, pero el resto está bastante bien hilado y sin explicaciones que hacen que la trama avance a una velocidad de vértigo.

 

¿Y por qué te tiene pegado al sofá? Cómo he dicho la mezcla de géneros es impresionante y hace que la inmersión en la historia sea brutal. Sabe jugar con el misterio del monstruo que aparece en la historia y sabe cuándo sacar sus ases de la manga y hacer que tu boca salga un “oh” y dejarte ojiplático mirando al televisor. Y cuando te tiene en la tensión más absoluta te suelta para zarandearte de nuevo. Hay pocas series en la televisión actual que consigan hacer eso. Pero Stranger Things lo hace. Posiblemente sepas desde el capítulo dos cómo va a terminar la serie, pero eso no deja de lado que la tensión se consiga gracia a situaciones en las que piensas que nuestros protagonistas no lo van a conseguir. Y otra cosa que sabe hacer muy bien Stranger Things es homenajear. Stranger Things no pone cosas por solo rendir tributo alguna serie o película de los ochenta que signifique algo importante para sus creadores. No. Ellos lo que hacen es adaptar esos homenajes a su historia, que sirva para algo, que tenga un propósito dentro de la narrativa y que influya. Por eso esas claras referencias a E.T o a Encuentros en la tercera fase.

 

Stranger Things

Terror y misterio se dan la mano en Stranger Things

 

Y no se puede dejar de lado a los que están delante de las cámaras. Y aquí es cuando te quitas el sombrero ante la mejor heroína que ha tenido la televisión, el cine y cualquier formato audiovisual: Eleven. Millie Bobby Brown, a quien hemos podido ver en varias series, se come la pantalla por completo. Y desde su aparición empatizamos con ella hasta la médula. Quizás con la que más, y todo lo que pasa, sufre o disfruta, lo hacemos también nosotros. No es un personaje débil, es más, seguramente es el más fuerte de toda la serie. No sólo por los poderes, sino también por su forma de actuar, de enfrentarse a las situaciones y de no tener nunca miedo. El resto de actores está bastante bien y cumplen con creces su cometido. Winona Ryder es también una de las más destacadas, con un personaje loco por su hijo y luchadora hasta el final.

 

Cómo he dicho en el inicio, Stranger Things es la serie del verano. No hay discusión. Quizás muchos le echen en cara que sea un refrito de lo mejor de las películas de los 80 y que no tenga su propia identidad. Nada de eso. Stranger Things tiene su propia identidad y su propio universo. Sí es cierto que las referencias están muy marcadas, pero es algo que lo hace para avanzar en su historia, para ser ella misma. Stranger Things es, sin ninguna duda, la serie del verano y puede que del año.

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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